Huellas y cicatrices

El estadio, de repente, era el hogar del máximo rival. Hasta el conflicto de Bosnia entre croatas, serbios y bosnios que se desató tras la independencia de Yugoslavia, el Bijeli Brijeg era el campo del Velez, el equipo más popular de la ciudad de Mostar y uno de los clubes con más identidad de Europa. Se había creado en 1922 y, entre los trabajadores y estudiantes que lo fundaron, un número importante pertenecían al por entonces ilegalizado Partido Comunista. Incluso antes de que fuera catalogado como el equipo de Tito, expresidente de Yugoslavia, el Velez siempre ha estado ligado a valores obreros. De hecho, antes de que Tito fuera presidente, el Velez fue ilegalizado por sumarse a una manifestación política que derivó en huelga general.

Entre el final de la Segunda Guerra Mundial, legalizado de nuevo, y la desaparición de Yugoslavia, los ‘Rodeni’ vivieron sus mejores años. Aunque nunca llegó a ganar al campeonato yugoslavo, el Velez fue segundo en tres ocasiones, alzó la copa dos veces y alcanzó los cuartos de final en la UEFA de 1975. Se le recuerda por practicar un fútbol alegre, con grandes jugadores como Bajevic, Maric y Vladic, a los que se les conoció como la BMV, un guiño a la marca de coches (en serbocroata no existe la W). Todo ello mientras en esos años, por muy cerca del éxito que estuviera, era fiel a su carácter integrador. Siempre cercano a la ideología comunista, en una ciudad muy diversa, el club apostó por la unidad interétnica. La estrella roja, excepto durante unos años en los que desapareció, ha sido y es el escudo del Velez. Y el grupo mayoritario de aficionados se llama Red Star. El mayor activo del Velez no está en ninguna vitrina. Es su pedigrí de club popular.

Si este estatus no va de la mano del palmarés es por el conflicto entre etnias que estalló en Bosnia tras la independencia de Yugoslavia. Y nada como la demolición del Puente Viejo para explicar la caída del Velez. Las bombas croatas destruyeron el puente, símbolo de la ciudad, en 1993. Mostar se dividió entre nacionalistas croatas y bosnios musulmanes. El que hasta entonces era el campo del Velez, Bijeli Brijeg, quedó en la parte oeste, de dominación croata. Y el estadio pasó a ser del Zrinjski, el otro equipo de Mostar y gran rival del Velez.

Fundado en 1905, el Zrinjski es el decano de Bosnia. Desde el inicio siempre ha estado vinculado a la patria croata, y eso fue lo que le penalizó durante la Segunda Guerra Mundial. El Zrinjski formó parte del régimen ustacha, el Estado títere que los nazis instalaron en Croacia en 1941. Al caer Hitler, tras la Segunda Guerra Mundial el club fue castigado. No fue hasta otro conflicto posterior, el bosnio, cuando el Zrinjski regresó a la actividad. Primero disputó un campeonato paralelo porque las diferentes etnias de Bosnia y Herzegovina estaban divididas, también en el fútbol. Poco después, llegaron los acuerdos de paz, el país quedó unido en lo territorial y en lo futbolístico, aunque fragmentado por las heridas recientes. El sentir mayoritario, nunca fiel del todo, es bosnio-musulmán en el este, más afín al Velez, y croata católico al oeste, con apoyo al Zrinjski.

La juventud es el presente

De momento, en el estadio que le dieron tras la guerra, alejado del centro, mal conectado y mucho más pequeño, el próximo derbi podría coronar como campeón de liga, una vez más, al Zrinjski. El equipo en el que debutó Luka Modric es el más laureado desde que se instauró la liga bosnia, con siete títulos. Es cuestión de tiempo que levante el octavo por la ventaja que tiene, pero si gana el derbi podría coronarse en casa del eterno rival. Una casa que ni siquiera es la suya.  

Velez Mostar-Zrinjski

MOSTAR

43°20’37’’N 17°48’27’’E

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Población: 128.448 habitantes

País: Bosnia y Herzegovina

Distancia entre estadios: 6,5 km: del Rodeni (7.000 espectadores) al Bijeli Brijeg (20.000 espectadores)

Hat-trick de consejos

Primero deberás viajar a Sarajevo desde ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao, siempre con una escala. Después, puedes llegar a Mostar en tren o en autobús en poco más de dos horas y por un precio asequible de entre cinco y 15 euros.

QUÉ VISITAR

El Stari Most (Puente Viejo) no solo explica el derbi de Mostar, sino también gran parte de la historia de la ciudad. Construido en época otomana, el ejército croata lo derribó en pleno conflicto. Diez años después, en 2003, empezó a reconstruirse.

 DÓNDE SALIR

Con unas espectaculares vistas del Puente Viejo, en el Duradzik podrás mezclarte con la población local,

probar platos típicos como el cevapi, carne picada o el burek, masa para rellenar al gusto, y escuchar música en directo todos los días.

 PRÓXIMO PARTIDO

HOY, 22.04.23 (15 h)