Francia en el diván de Murrayfield y los niños galeses en Twickers

El domingo Irlanda recibe a Italia (16:00) en un partido que debe ser un trámite para los del trébol

En el REC 2024, España juega contra Alemania en Madrid también el domingo (12:45) en un partido sin 'franceses'

Finn Russell, una de las estrellas de Escocia

Finn Russell, una de las estrellas de Escocia / @Scotlandteam

Fermín de la Calle

Admitiendo unos estándares físicos mínimos que todo el que entra a un campo de rugby cumple, nada es más cierto que aquello que apuntó el medio melé sudafricano François Hougaard en su día: “El rugby es 80 por ciento mental”. Porque el motor que te empuja a desafiar a tu rival y llevar tus límites más allá no está en tus piernas ni en tus brazos, está en tu cabeza. Solo la creencia de que puedes hacerlo, y que de hecho vas a hacerlo se ponga por delante quien se ponga, es lo que te hace ser más agresivo y más tenaz.

Escocia-Francia (sábado 15:15)

Y este fin de semana tendremos un buen ejemplo de ello en alguno de los partidos del 6 Naciones. El partido estrella de la jornada y uno de los más relevantes del torneo es el que medirá en Edimburgo, la Atenas del norte, a escoceses y franceses. Bajar andando desde la Royal Mail, a pies del Castillo, hasta Murrayfield pasando por las praderas de Raeburn Place, donde se jugó el primer partido de rugby entre caledonios e ingleses allá por 1872 siempre es un placer. Hacer un par de paradas técnicas en el paseo de bajada para hidratar el gaznate y departir con abuelos y nietos sobre el rugby, una de las grandes pasiones de este pequeño gran país.

Además, las visitas francesas a Murrayfield siempre dan que hablar. En 2018 siete jugadores salieron a olvidar su derrota (32-26) ante Escocia tomando unas pintas. Alguno se pasó de frenada y unos amables lugareños les dieron una dosis de hospitalidad bien entendida que acabó con los deportistas en un centro de salud y visitando a la policía de guardia aquel domingo. En esta ocasión, además, sus trayectorias se cruzan. Los del cardo llegan en forma ascendente, pese a desconectarse en la segunda parte en Cardiff poniendo en peligro su victoria (26-27), y los del gallo atraviesan por una profunda depresión que data de la eliminación en cuartos de su Mundial en noviembre. Un estado de ansiedad que se volvió a reflejar en su juego en el partido inaugural de este 6 Naciones en el que encajaron la derrota menos honrosa de su historia ante los irlandeses en casa (17-38).

Serán los escoceses lo que dimensionen el calado de la grieta emocional de los galos. Y ahí vuelve a emerger la figura de Finn Russell, el termómetro del juego local. El 10 conoce bien el género francés, porque pasó por el Racing 92 no hace tanto. Al apertura le ha sentado bien la paternidad y su línea de tres cuartos es la principal beneficiada de ello. Pero el partido va a estar delante. Después de ser reducidos a cenizas por el pack irlandés, los ‘gordos’ franceses están obligados a dar la talla ante otra delantera correosa con mucho oficio.

Será delicioso ver a Schoeman bajándole el agarre a Atonio en la primera, pero donde se decidirá la batalla es atrás, en la tercera, con Ollivon, Aldritt y compañía dolidos por la debacle ante Irlanda. El pequeño de los Fagerson, Darge y Dempsey tendrán trabajo. Si los de Townsend no se desconectan y administran la pelota con inteligencia harán sufrir a una Francia que está hecha unos zorros. El partido marcará el devenir en el torneo de ambos, para bien o para mal.

Inglaterra-Gales (sábado, 17:45)

El Inglaterra-Gales del segundo turno vespertino del sábado es un choque entre dos equipos que buscan una identidad sobre la que comenzar su reconstrucción. Inglaterra con Borthwick seguirá ofreciendo su ración de ‘pan y mantequilla’ como confirmó ante una Italia que por momentos les colocó la soga al cuello. En un equipo tan previsible como este XV de la rosa se agradece la iniciativa de Mitchell en la bisagra y veremos una línea inédita que despierta mucha curiosidad con Dingwall y Slade a la espalda de Ford y acelerando las pelotas en el back three a Daly, Freeman y Steward. Lo dicho, curiosidad porque el partido puede desordenarse con estos galeses indescifrables.

Gatland apuesta en la bisagra por Tomos Williams, que revolucionó a los suyos en Cardiff en la segunda parte ante Escocia (26-27), junto a Ioan Lloyd, que aunque no estuvo bien la primera jornada tendrá otra oportunidad por el golpe en la cabeza de Sam Costelow. En el resto de la muchachada destaca la titularidad de otro debutante, Alex Mann, que ensayó ante los del cardo, junto al inimitable Wainwright, uno de los jugadores más divertidos del torneo. Atrás el elegante Rio Dyer sacará brillo al trabajo de Thompkins y North en el centro. 

Un partido de hombres, los ingleses, contra niños, los galeses en el que si los de Gatland deja fluir su instinto puede desordenar el partido y nos podemos divertir. Pero no sería buena noticia para Borthwick que el partido se pareciera al de Roma o al de Cardiff de la pasada semana. Porque en el patio del colegio nadie lo pasa mejor que los niños. Así que Inglaterra apostará por hacerlo más tedioso y controlado para aburrir a Gales y penalizar cada error de los ‘dragoncitos’.

Irlanda-Italia (domingo, 16:00)

Cierra esta segunda jornada un Irlanda-Italia que no debería tener mucha historia. Los azzurri no dejan de crecer y dieron guerra a Inglaterra en la primera jornada (24-27), pero el partido ante los del trébol es un ochomil para este equipo en expansión. Demasiado toro para un equipo que sigue mostrando una vulnerabilidad defensiva que le penaliza mucho. Sin embargo, los de Quesada llevan demasiados partidos ahogados en la orilla y eso cambiará en algún momento. Falta ese click, ese punto de inflexión que revierta la situación y les cambia la racha haciendo caer la moneda del lado de la cara.

Irlanda, por su parte, está en modo apisonadora y su insultante superioridad física delante está acompañada de una de las fases más afiladas de sus tres cuartos en los últimos años con un Aki que genera toneladas de ventaja a su alrededor y un Henshaw maduro que lee como pocos lo que tiene delante. Pinta a jornada plácida para el trébol, a otro día en la oficina de los de Andy Farrell, que seguirá apostando por un Crowley descarado y con mucha personalidad con la 10, y con una segunda devastadora, cruel incluso, con Big Joe y Tadhg Beirne.

Pero los partidos se trabajan y esta Italia joven y emprendedora de Lamaro, los Garbisi, Negri, Capuozzo y Tomasso Allan destila entusiasmo y acabará dando alegrías a su parroquia con su rugby alegre. Aunque no parece que Dublín sea el sitio más propicio para ello.

España-Alemania (domingo 12:45)

España se mide a Alemania en el único partido que jugarán en Madrid los Leones en este REC 2024. Hay mucho ruido alrededor de la convocatoria de Bouza para este partido porque todos los convocados juegan en España y no hay ningún ‘francés’. Ni jugadores del Top 14 ni de PROD2 ni de Federal 1. Sería recomendable recordar lo que es España en rugby y lo que es su Federación. Un país donde se llega a mil espectadores en partidos contados con los dedos de la mano y no hay profesionales a tiempo completo. Un rugby en el que los jugadores arriesgan, en muchas ocasiones su físico y su trabajo. Y los que no vienen ahora, como Kerman Aurrekoetxea, lo hace porque tiene un partido de una importancia capital para el futuro de su club y el de su contrato con él. Lo que vamos a ver ante Alemania, que viene de competir muy dignamente con Georgia (17-28) con muchos mundialistas de los ‘lelos’ en el campo, por lo que será un rival muy complicado. Bouza tratará de afianzar los automatismos de la delantera y seguir sacando rédito al dinamismo de sus jugadores más desequilibrantes en los espacios. La defensa es la asignatura a mejorar, a juzgar por lo visto en Ámsterdam, donde una patada errada con el tiempo casi cumplido permitió a los españoles ganar el partido. Su doblegan a los teutones se clasificarán para las semifinales del REC, que se jugarán en París. No será fácil porque el tiempo tampoco parece que vaya a acompañar con mucho viento y agua, lo que hará más pesado el juego.