El césped de Eva rompe techos de cristal en El Molinón: la mujer que dijo 'no' al PSG

"Es un orgullo y una responsabilidad", dice la directora de mantenimiento de los campos del Sporting, primera mujer en España en ostentar este cargo

Eva Sánchez-Céspedes en El Molinón

Eva Sánchez-Céspedes en El Molinón / Juan Plaza

Ángel Cabranes

Ha liderado la reconstrucción integral del césped de El Molinón y del campo 2 de Mareo tras convertirse en la primera y única mujer, hasta el momento, en ostentar el cargo de directora de mantenimiento de terrenos de juego en Primera y Segunda División. Eva Sánchez-Céspedes Rojo (Madrid, 1980) es protagonista de una de las mayores transformaciones vividas en el Sporting en los últimos meses. "Es un orgullo y una gran responsabilidad trabajar en el campo más antiguo del fútbol español", subraya en su encuentro en LA NUEVA ESPAÑA, el primer medio de comunicación al que atiende desde su incorporación en diciembre del año pasado. Alumna de Paul Burguess, el "jardinero galáctico", analiza las claves de un buen césped, el valor de la "sensibilidad" para anticiparse a las necesidades de la planta y de cómo el golf y el Real Madrid acabaron llevándola a Gijón.

"¿Vacaciones?, imposible", resume Eva para dar cuenta de la intensidad de sus primeros diez meses en Gijón. Todo ha cambiado con su llegada. Desde el césped que se encontró, a la forma de trabajar sobre él. Cabeza visible de un equipo formado por nueve personas, la mayoría procedentes de Jarpa, la empresa que se encargaba con anterioridad del mantenimiento de los campos, también ha contado con refuerzos. Sonia Durán y Jesús Cáceres "son mis fichajes", apostilla con una ilusionante mirada a este último, su mano derecha en los cuidados de El Molinón. "Ambos trabajaban conmigo en el Real Madrid y se incorporaron en junio para ayudarnos", explica. Por delante, mucha tarea. Su equipo se ocupa de los ocho campos de Mareo, y la jardinería de las instalaciones además del césped de El Molinón. "Es la joya de la corona, el que recibe más mimos", subraya la madrileña sobre este último. Su entrada e nel club ha estado acompañada de inversión en lámparas de calor, nueva maquinaria de jardinería "que todavía estamos recibiendo" y la ampliación de la red de proveedores. Por el medio, Eva ha viajado en dos ocasiones a México para asesorar a los otros dos clubes de Orlegi, Atlas y Santos. "La apuesta por mejorar es decidida", subraya.

"¿Sabe lo que más me gusta en un partido?, que no se hable del césped. Eso significa que ha estado bien", señala Eva. Confiesa sentirse cómoda lejos de cualquier protagonismo. Es uno de los motivos de lo mucho que ha costado entrevistarse con ella. Es ajena incluos a que el sportinguismo la ha encumbrado en Twitter como la mejor incorporación de Orlegi en este año y medio. "No tengo redes sociales", zanja antes de centrarse en algunas de las claves del impecable estado del verde. "Se resume en tres grandes bloques. El primero a cumplir es la seguridad; debe tener una buena tracción y agarre para evitar lesiones. El segundo, la jugabilidad; el campo debe favorecer que los futbolistas puedan desarrollar su juego sin inconvenientes. El tercero, la estética; el color, el corte…", detalla.

En su móvil puede verse un cuadrante con las tareas programadas, día a día, para cada uno de los campos. La próxima semana, por ejemplo, toca "resiembra y recebo". Entre datos, técnicas y productos, detalles. Tanto el campo de El Molinón como el campo de entrenamiento de Mareo tienen las mismas dimensiones, 105x68 metros. Ambos tienen además la misma altura de corte, 23 milímetros, y el césped es una mezcla a partes iguales de ray-grass y poa pratensis. La única diferencia es que "en Mareo el césped es híbrido, porque incluye un 5% de fibra inyectada". El hecho de que "se utilice de manera más frecuente" obliga a buscar fórmulas que ayuden a mejorar "su estabilidad". Hay otras claves, como que no se puede pisar un campo y pasar a otro sin antes "desinfectarse el calzado" para evitar la propagación de enfermedades o que la siega, realizada a pie con un cortacésped (se tarda algo menos de cuatro horas), se realiza siguiendo un patrón de dibujo (en forma de cuadrícula) marcado por LaLiga.

Eva Sánchez-Céspedes desvela otro detalle importante. La actual hierba de El Molinón cambiará de nuevo la próxima campaña. "Cada año, a final de temporada, se retirará la parte más superficial para sustituirla por una nueva", explica. En cuanto a cuándo tocará una remodelación integral como la realizada este verano, señala que "la vida útil para este tipo de trabajos es de unos quince años". Antes de este verano, El Molinón llevaba en torno a 26 sin ejecutarlo. "Nos encontramos hasta con drenajes de hormigón", resume Eva sobre un sistema que cayó en desuso hace mucho tiempo. En un sector que ha evolucionado especialmente en los últimos años, Eva señala a uno de los grandes ideólogos de esta revolución: Paul Burguess.

"Es un líder y un visionario", dice sobre el que fue su jefe en el Real Madrid. "He aprendido todo de él en este mundo. Le conocí cuando yo trabajaba en una empresa de tepes, en Arévalo. La misma que instaló el césped en el Bernabeu. Me llevó luego al Real Madrid", cuenta quien terminó como responsable de Valdebebas (ciudad deportiva del conjunto blanco) durante cuatro años. "Él fue el primero hace años en poner solución a las calvas en las zonas de los porteros y también quien ideó lo más comentado ahora, el césped retráctil del Bernabéu", explica de Paul, fichado por el Chelsea a golpe de talonario.

En Gijón, Eva trata de poner en práctica una máxima marcada por el inglés, quien sigue siendo "amigo y apoyo para mis consultas". "Él siempre dice: 'no es el qué, es el cómo y el cuándo'. Ahí puedes marcar la diferencia. Es decir, hay jardineros que tienen como pócimas secretas de nutrientes para su césped, porque este es un sector muy celoso de compartir información. Paul, por ejemplo, compartió conmigo desde el primer día esa receta. Pero la clave no es qué utilizas, sino, cómo y cuándo aplicas los cuidados", resume. Así, a base de muchas horas de trabajo, ha derribado un nuevo techo de cristal para las mujeres en un mundo tan complejo como el del fútbol. "No he sentido más dificultades que en otros ámbitos en los que he trabajado, pero espero que pronto sean muchas más las que accedan a estos puestos. Talento y conocimiento hay y mucho", concluye.

“Cuando negocié con el Sporting tuve oferta del PSG"

Su única relación con Asturias antes de fichar por el Sporting eran "los veraneos en Llanes" y una pareja que le ayudó a inclinar la balanza. El fichaje de Eva Sánchez-Céspedes por el club rojiblanco comenzó el año pasado, en LaLiga. "Pedro Bolaños, coordinador de terrenos de juego de LaLiga y con quien trabajé en el mundo del golf, me habló de la posibilidad. Vine a conocer El Molinón y Mareo en el partido ante el Villarreal B. Presenté un informe y poco después me llamaron", explica. Y en medio de esa llamada, "hubo una oferta del PSG (París Saint Germain). Todo en la misma semana". Tocaba elegir. "En Gijón el cargo era de mayor responsabilidad que en París. Era un reto. Eso y que mi pareja, curiosamente, es de Gijón, acabó por decidirme", explica. Eva es la pequeña de cuatro hermanas criadas en el barrio de Hispanoamérica, en la capital de España. Hija de un mecánico, las visitas al pueblo, Fuentidueña de Tajo, se convirtieron en oportunidades para tomar contacto con los tractores de su padre y el campo. Sin embargo, no fue hasta dar el paso a la universidad cuando vio su futuro en este sector. Se licenció como Ingeniera Técnica Agrícola en la Especialidad de Hortofruticultura y Jardinería en la Universidad Politécnica de Madrid y tras varios trabajos "de oficina", una beca en la Federación Española de Golf le abrió la puerta al mundo del deporte. Trabajó en Birmingham, Alabama (Estados Unidos), volvió a España para incorporarse en Barcelona al campo de golf de Vallromanes y tras pasar por una empresa de tepes, Paul Burguess se la llevó al Madrid. Fue el mejor aprendizaje, también su mayor carta de presentación. "Venir aquí ha sido una gran oportunidad", asegura quien dice encontrar en los paseos por La Providencia "la mejor fórmula para desconectar". Porque en el tiempo libre, de regar y plantar, lo justo. "¿Si tengo plantas en casa? (ríe) ¡Solo dos!".