El Real Madrid llega sufriendo al Clásico

El Real Madrid ha bajado su rendimiento después del segundo parón de selecciones y a punto de afrontar el clásico del Estadi Olímpic ante el Barça. Sus jugadores ya no tienen esa frescura que arrollaba a los rivales cuando entraban al cuerpo a cuerpo, y renuncia a presionar arriba para acomodarse en su campo e intentar jugar al contragolpe. Ancelotti es consciente de la acumulación de cansancio de jugadores importantes y ha cambiado su estrategia para ahorrar energías, lo que provoca sobrevivir sufriendo como ocurrió la temporada pasada.

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En Sevilla y en Braga se ha visto esa segunda versión del Real Madrid a la que Ancelotti recurre para proteger al equipo cerrándolo en defensa. Un estilo que funcionó a las mil maravillas para ganar la decimocuarta, pero que no está siendo tan eficaz ahora sin jugadores como Benzema, Courtois o Militao, tres columnas básicas de aquellas épicas remontadas ante la jet set europea. Tiene otros mimbres con Vinicius y Bellingham como puñales arriba, pero le falta la contundencia de un Courtois salvador al que Kepa no se acerca ni por asomo.

ROTACIONES PENSANDO EN EL CLÁSICO

El equipo de Ancelotti empieza a sufrir más de la cuenta a las primeras de cambio en vísperas del Clásico. El italiano hizo rotaciones en Braga donde volvió a sufrir, como en Sevilla, con ese cambio de rumbo estratégico. Ceder el control del juego, encerrarse y salir al contragolpe apoyados en un Vinicius tan terrible en sus arrancadas como errático en sus definiciones. En ambos partidos tuvo la opción de cerrar los marcadores, pero no fueron contundentes y acabaron sufriendo más de la cuenta.

Ancelotti apura a sus 'pretorianos'

Ancelotti hizo rotaciones ante los portugueses pensando en el Clásico. La razón es que lo hizo para evitar lesiones, según confesó el italiano, y reservar energías en jugadores como Alaba, Mendy, Tchouameni y Kroos, que volverán al once contra el Barcelona.

El técnico blanco no cambia la gestión que hace de la plantilla, cargando de partidos y minutos a su guardia pretoriana dejando de lado a jugadores que podrían aportar su granito de arena para que los habituales tengan tiempo de recuperar el aliento.