Modric, Asensio, Bale y Ramos, epicentro de la crisis

Primeros pitos de la afición del Real Madrid a Marco Asensio

Primeros pitos de la afición del Real Madrid a Marco Asensio / LALIGA

Alejandro Alcázar

Lopetegui pagó con su cargo el bajo estado de forma de algunos de los jugadores más importantes del equipo. Modric, Bale, Ramos y Asensio colapsan el juego madridista en cada una de sus líneas. Lopetegui depositó su confianza en ellos y acabó volviéndose contra él por no tomar medidas concediéndoles un descanso hasta recuperar su tono habitual. El problema es que Solari los sigue manteniendo y ellos siguen sin responder como se vio ante el Valladolid. El Bernabéu ‘les premió’ con pitos por sus actuaciones, que arrastraron al Madrid a la mediocridad por su nula aportación. Viven de los éxitos en Champions ante dos técnicos que no se atreven a quitarlos. 

UN MODRIC COLAPSADO Y RAMOS, UN PELIGRO

Modric, ‘The Best’ de Champions y de la UEFA, es una caricatura al del año pasado. Lento, sin ideas, pasivo, sin energías… pide el banquillo a gritos. Está desaparecido. El croata ha perdido la frescura y la agilidad para sacar el balón y sólo logra colapsar el juego por su previsibilidad, no se va de nadie y no juega de primeras. Los peor pensados creen que lo que quiere es irse como se vio en verano ante el interés de un Inter convencido de que se iría con ellos.

Serio Ramos está en un peligroso bache de juego por lo importante que es para su equipo. Aporta inseguridad y caos. Sin reflejos, mide mal y con el balón se le ve inseguro. Su episodio con Reguilón, que tiene indignado a la afición, fue reflejo de su estrés. El club frenó una pitada contra él diseñada por la grada fan. Hasta los más fieles detectan que no está bien, pero lo juega todo y eso tampoco le ayuda. 

MARCOS ‘AUSENCIO’ Y EL BAL DE SIEMPRE

A Marcos Asensio ya le empiezan a definir como ‘Marcos Ausencio’. Preocupante su escasa aportación al juego. Solo aparece para conducir en horizontal o perder balones, olvidándose que su mejor condición es ser perpendicular y aprovechar su demoledora pegada con la izquierda. Juega siempre y muchos temen que sea por imposición del club desesperados por verle explotar. Los más pesimistas creen que será difícil por esa condición de zurdo cerrado sin salidas con la derecha. 

Por último, Bale sigue siendo el de siempre. Es el que menos llama la atención porque sigue siendo el cero a la izquierda. Su equipo es estéril con él en ataque: no aporta nada, ni compromiso. El Bernabéu ha perdido la paciencia con el galés desde hace tiempo y le pita al mínimo fallo. Su mal estado de forma y sus miedos a lesionarse se refleja en que lleva siete partidos sin marcar, otro récord negativo en su haber.