El Madrid, en territorio enemigo

Los Osasuna-Real Madrid en El Sadar son de esos duelos de los que se puede esperar cualquier cosa. Los antecedentes adornan una historia convulsa repleta de rivalidad extradeportiva entre dos equipos que no se han caído demasiado bien. Un campo en el que los blancos siempre sufren el ímpetu desenfrenado de un rival empujado por una grada entregada a sus colores y hostil hacia un contrario al que nunca tragaron y declarado ‘non grato’. Unos duelos repletos de tensión aunque en los últimos años las altas pulsaciones se han reducido acercándose ya a un partido de fútbol más que a un encuentro de guerrillas en busca de conquistar el balón o derribar al enemigo. A pesar de todo, los Osasuna-Madrid son siempre partidos calientes, de ahí que la Comisión Antiviolencia no lo haya pasado por alto y lo haya declarado de alto riesgo. Y es que El Sadar es de esos campos que juegan, de los que ganan balones divididos y carreras imposibles.

UNA MANO AL BARÇA

Los rojillos viven inmersos en un tiovivo que les sitúa en posiciones comprometidas de la clasificación. Necesitan sacar algo positivo para amortiguar su flirteo con los puestos de descenso, y piensan que la visita del Madrid puede servir de acicate para comenzar la escalada. Su empate a cero de hace unas semanas ante el Barça les anima a hacer otra machada frente a los blancos. A su favor tienen los antecedentes de las cinco últimas temporadas, en las que solo perdieron un partido cosechando dos triunfos.

A esto se suma el empate a cero del año pasado, que deprimió más que nunca a un Mourinho en el ecuador de la Liga, jornada 19, que le dejaba a 18 puntos del Barcelona y a 7 del Atlético. Por entonces, Osasuna era colista y el empate fue una inyección de moral que  le sirvió para creer en sí mismo y conseguir la permanencia. Es cierto que en ese Madrid que visitó El Sadar hace un año faltaba Cristiano Ronaldo, sancionado, y que Benzema fue suplente, sus dos ‘bestias negras’ en las últimas temporadas y a los que hoy se suma Bale. En cualquier caso, un antecedente positivo al que se agarran los rojillos cuyo objetivo es frenar a ese tridente para soñar con la victoria.

Javi Gracia se encuentra con bajas importantes, como Puñal por sanción, o los lesionados Sisi, Nino y De las Cuevas, pero recupera a Bertrán, Arribas y Lolo. Ancelotti recupera a Ramos que no jugó en Copenhague por sanción, además del regreso de Cristiano a la Liga tras su ausencia ante el Valladolid. Diego López vuelve a la portería, mientras que todo apunta a que Illarramendi formará pareja con Xabi Alonso en el doble pivote, dando descanso a Modric y manteniendo a Isco de media punta.