Esta Premier League tiene amo

Diversas son las circunstancias que permiten al Liverpool ser el mejor equipo de la actualidad en el panorama futbolístico. Muchos señalan a Jürgen Klopp como artífice de la maravilla. Otros a su excelso tridente ofensivo. Los laterales largos. Un centro de la defensa inexpugnable. O una medular de ‘currantes’. Pero si algo destaca en el cuadro de Anfield es el conjunto. Lo coral por encima de lo individual. Y, claro está, su afán de devorar títulos. Y hay uno del que tienen ganas de pegarle un bocado de una vez por todas. La voracidad de los ‘reds’ por la Premier League es irracional. El trofeo se resiste desde 1992. Normal.

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Premier League

LIV

2

0

SHU

Alineaciones

Liverpool
Alisson; Alexander-Arnold, Joe Gomez, Van Dijk, Robertson (Lallana, 89') ; Milner, Henderson, Wijnaldum; Salah (Elliott, 92'), Firmino, Mané (Origi, 78').

Sheffield United
Henderson; Basham, Egan, O'Connell; Baldock, Lundstram, Norwood (Besic, 79'), Fleck, Stevense; McGoldrick (Sharp, 67'), Mousset (McBurnie, 67').

Goles

1-0 M.4 Mo Salah. 2-0 M.65 Sadio Mané.

Árbitro

Tierney. Sin amonestaciones.

Campo

Anfield Road. 53.321 espectadores.

Con un colchón de puntos que parece inalcanzable, el cuadro de la ribera del Mersey no afloja el paso. Se antojaban rotaciones ante el Sheffield United. Y Klopp introdujo alguna variación para dosificar esfuerzos tras el atracón futbolístico navideño. Milner por Lallana. Pero los tres de arriba. Esos, intocables. 

La superioridad es insultante y a los cuatro minutos el marcador ya era favorable. Balón largo de Van Dijk, resbalón inoportuno de  Baldock y Robertson que asiste para que Salah, tras un doble caño a defensor y portero, la empuje a la cazuela. Se santiguaban los de Chris Wilder ante lo que se les venía encima. Pero los de Yorkshire supieron aguantar durante muchos minutos las acometidas locales.

Maquinaria al ralentí

Como los equipos grandes y tocados por una varita, el Liverpool también sabe ganar cuando juega al trantrán. Lejos de ese endiablado ritmo tan característico y que podrían firmar los primeros Arctic Monkeys, ilustres vecinos de Sheffield. 

Firmino buscó una rosca desde la frontal y Salah estrelló un balón contra la madera tras un amago de testarazo de Van Dijk. Pero la tercera pata del tridente no falló. Sadio Mané recogió un pase en profundidad del egipcio para, a la segunda, batir con rabia a Henderson. El mejor de las ‘espadas’. Cantó Anfield. Y cuando lo hace como hoy, el Liverpool juega con doce.