Kane y Alli evitan problemas mayores

El Tottenham sufre para doblegar al Brighton

SPORT.es

No es bonito de ver, hubo momentos de mucha tensión y nerviosismo entre toda la comunidad 'Spur' pero los de Mourinho salvaron un buen marrón navideño en la segunda mitad. Remontada liderada por un Kane que necesita bien poco para marcar y de una sociedad Alli-Eriksen a la que se debe agarrar más. El danés es necesario.

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Premier League

2
1
Alineaciones
Tottenham
Gazzaniga, Aurier, Alderweireld, Sanchez, Vertonghen, Sissoko, Winks (Eriksen 68'), Lucas Moura (Dier 76'), Alli, Sessegnon (Lo Celso 56'), Kane.
Brighton
Ryan, Webster, Duffy, Burn, Stephens, Bernardo (Trossard 76'), Gross, Mooy, Schelotto (Bissouma 83'), Alzate, Connolly (Maupay 68').

El arranque fue digno de un partido de 'Boxing Day'. Intenso, con los dos equipos intercambiando golpes y poniendo el listón muy alto para el resto de minutos. No lo aguantaron. El choque empezó a decaer y a entrar en un ritmo lento, renqueante y sin fluidez. En la línea de los últimos partidos de un conjunto de Mourinho que no arranca.

El primer gol de la festividad en Inglaterra lo anotó Harry Kane pero no subió al marcador. El inglés, que no había tocado demasiado balón hasta ese momento, necesita un buen pase al espacio para activarse y definir a la primera para dentro. Lástima que el hombro estaba ligeramente adelantado. De esos fueras de juego que solo el VAR puede ver.

El único peligro que tenían las gaviotas era con el juego áereo, nunca mejor dicho. Los de Potter ganaron terreno y sacaron un falta lateral que Webster se encargó de rematar a gol ganándole el salto a un Alderweireld pasivo. Flojo en defensa como sus compañeros. El Tottenham Stadium despedían a los suyos al descanso con la más absoluta de las indiferencias.

Un toque de atención que seguramente prolongó Mourinho en el vestuario. No sabemos qué les dijo pero el Tottenham se pareció al Tottenham en la segunda parte. Apenas siete minutos tardó Harry Kane en empatar para despertar al huracán 'spur'. Ryan le paró la primera pero a la segunda ya no llegó el arquero australiano.

La entrada de Lo Celso aculó todavía más a los visitantes que veían que un empate ya era un buen premio que llevarse a casa. El problema es que todo iba demasiado acelerado para los de 'Mou'. Querían marcar el segundo pero la ansiedad con la que conviven no les deja desplegar un fútbol que son capaces de realizar.

Tuvo que llegar el desterrado Christian Eriksen para poner paz. El danés tenía la calma necesaria para pensar, ponerle un balón maravilloso a Aurier que de primeras se la puso a un Dele Alli al que le salió una delicia de remate picado para poner el segundo. La afición ya respiraba de otra manera. 

Alli incluso pudo ensanchar el marcador ya en los últimos minutos pero le faltó puntería. Supieron aguantar el resultado y sufrir cuando fue necesario. El Tottenham vuelve a mirar hacia arriba.