¿Por qué el cielo es azul?

Los expertos explican la causa de este efecto óptico

Y para ello, es necesario poner especial atención a la naturaleza de la luz solar

¿Por qué el cielo es azul?

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Nuestro cielo se ve azul. Es una de las enseñanzas clave de la niñez y, sin embargo, son muchas las personas que desconocen las causas físicas escondidas tras ella. Como asegura el experto en física aplicada Anthony D. Del Genio, del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y de la Universidad de Columbia, en la revista especializada Scienfitic American, "para entender por qué el cielo es azul debemos considerar la naturaleza de la luz solar y cómo interactúa con las moléculas de gas que forman nuestra atmósfera". A fin de cuentas, y aunque parezca blanca, la luz solar es una combinación de todos los colores del arco iris.

Y precisamente ahí radica la clave del color del cielo de nuestro planeta. Porque la luz solar actúa como "una onda electromagnética que hace que los electrones y protones dentro de las moléculas de aire oscilen hacia arriba y hacia abajo conforme atraviesa la atmósfera". En respuesta, dichas partículas cargadas generan una radiación electromagnética de la misma frecuencia, pero en direcciones diferentes. Esto es lo que se conoce como dispersión. Y, en el caso del componente azul del espectro, ocurre de una manera muy especial: dadas las características de sus ondas, las partículas se dispersan con una mayor intensidad.

¿Pero por qué exactamente? Del Genio explica que el motivo reside en que "el componente azul del espectro posee longitudes de ondas más cortas y frecuencias más altas" que otros colores como el rojo, lo que lleva a una mayor oscilación de las partículas de las moléculas del aire en ese lado del espectro y, en consecuencia, a una mayor dispersión. Concretamente, a una dispersión unas diez veces más eficiente que, por ejemplo, el componente rojo del espectro de luz visible. En ese sentido es conveniente subrayar que el cielo no es azul, sino que lo percibimos como azul. Y eso es en parte debido también a nuestra sensibilidad ocular.

Porque la luz azul no es la sección del espectro de luz visible con mayor capacidad de dispersión. En verdad, y como apunta el especialista de la NASA, "la luz violeta se dispersa incluso un poco más intensamente que la luz azul" pero "nuestros ojos son algo más sensibles a la luz azul que a la violeta, por lo que el cielo parece azul". ¿Pero qué ocurre durante los atardeceres? La respuesta la encontramos en el portal web NASA Space Places: "A medida que el Sol desciende en el cielo, su luz atraviesa una mayor parte de la atmósfera antes de llegar a nuestros ojos, por lo que permite que los rojos y amarillos pasen directamente a los mismos".

Ahora solo nos queda una pregunta que, probablemente, todas las personas se hayan hecho alguna vez: ¿De qué color es el cielo del resto de los planetas? Como apuntan desde este mismo portal, todo depende de lo que haya en la atmósfera. En ese sentido, en la actualidad y gracias a las fotografías de los rovers enviados a Marte, sabemos que en el planeta rojo ocurre exactamente lo opuesto que en la Tierra: "el cielo marciano adquiere un color anaranjado o rojizo, pero a medida que se pone el sol, el cielo alrededor de este se muestra de un tono gris azulado". Esto es debido a una atmósfera rica en partículas de polvo.