Zidane tiene la obligación de reencauzar al Real Madrid

Zidane se enfrantará a un difícil tramo final de temporada

Zidane se enfrantará a un difícil tramo final de temporada / AFP

César L. Menotti

César L. Menotti

La relación que ejercen las ideas con los interpretes son fundamentales. Por eso no me extraña este momento de confusión del Real Madrid. El Barcelona, en contraposición al ciclo del equipo merengue, ha manejado un sello de un estilo de juego el cual -más allá de los cambios de entrenadores-  fue sostenido por los futbolistas aún en situaciones adversas. 

El Madrid vivió en la incertidumbre de cambios abruptos de entrenadores que pregonaban  ideas y hasta formas de trabajo diferentes: de Mourinho a Benítez, de Benítez a Ancelotti, luego Zidane, después Lopetegui, y el bombero Solari, para volver a contratar al pacificador Zidane. Las seguridades  que a veces sostenían algunos jugadores  se vieron sacudidas por los cambios de conducción y también por la pérdida de las certidumbres, en algunos casos pagadas también con la suplencia.

La nueva idea que intentaba plantear Solari fue interrumpida por la falta de resultados. Y el Madrid volvió a la formula que le dio sus últimos éxitos y apostó por el regreso de Zidane para reconducirlo. Ningún jugador juega en todas las posiciones ni siquiera Pelé. Por eso el entrenador en estos momentos de incertidumbre en los cuales no aparecen ni los especialistas en recuperar la pelota, ni los de gestación de juego, tiene que empezar a dar certezas. Hasta las pequeñas sociedades están desencontradas en el equipo merengue.

Desde mi punto de vista, más allá de haber tenido un gran resultado en la Champions los últimos años, el Real Madrid no ha tenido una idea de juego sostenible en el tiempo. Fue incluso un equipo desordenado, que se ordenaba para sostener la contundencia de Cristiano, que siempre dio respuestas en el marcador. Pero en juego, hace tiempo que no juega como jugaba históricamente. Gana por la jerarquía de sus individualidades.

Zidane sacará las conclusiones para desarrollar su idea la próxima temporada. En las dudas hasta jugadores con la experiencia de Benzema entran en confusión porque el equipo no está bien. 

Pero  el francés tiene un el plantel con todas las posibilidades de sobreponerse y jugar bien al fútbol más allá de la ausencia del delantero portugués. Los que no va a encontrar en el mercado  es un Di Stéfano para resolverle todos las conflictos, ni existe un Messi para el Madrid. Tiene excelentes jugadores, formados en casa. No hay ninguna aventura ni invento que corrija el mal momento que atraviesa el equipo más que e trabajo del entrenador y la confianza que puede transmitirle a sus dirigidos. Muchos jugadores conocen perfectamente el club.

Los ensayos de Zidane en estos partidos supongo que tienen como objetivo sacar conclusiones para lo que viene. Sin competir por nada, y sin siquiera el protagonismo para acercarse al Barcelona y al Atlético, parecería que el equipo está cercano a tirar lo que queda por la borda. Hoy el Barcelona se ha ido lejos respecto a sus seguidores. No veo que esta situación sea más difícil que la transición de Ancelotti a Zidane después de ganar la Champions. 

Se trata a esta altura de estados de ánimo de final de temporada. Hay una crisis producida por la fatiga emocional en la vida de las personas. El éxito te las cobra y el no éxito ni hablar. La crítica obliga a salir y ganar partidos y presentarse en una cancha cuando no se juegan por nada. Y esa situación produce en los futbolistas una desazón que no tiene que ver con falta de esfuerzo, sino con la fatiga mental. Es la cabeza la que no responde, no las piernas.

El futbolista tanto cuando gana como cuando no gana, necesita relajarse y empezar una nueva vida. Para el Madrid, esa nueva vida es que acabe ya su temporada, y volver a empezar en la preparatoria para la nueva con los objetivos y las ilusiones renovadas. Pero también con mayores certezas por parte de la condición y del entrenador respecto al rumbo que tomará el equipo. Son momentos duros. Pero confío en la experiencia y en la sabiduría de Zidane para afrontar este desafío de recomponer al Madrid.