Xavi debe dar un golpe sobre la mesa

Xavi Hernández dando instrucciones en el Betis - Barça

Xavi Hernández dando instrucciones en el Betis - Barça / EFE

Joan Vehils

Joan Vehils

No es fácil aterrizar a media temporada como entrenador de un equipo y que los futbolistas confíen en ti, se adapten a tu estilo y esto se refleje en los resultados. Para el técnico entrante solo hay dos opciones de afrontar esta situación: Actuar como un sargento de hierro o como un hombre bueno. Xavi eligió la segunda y ha logrado su objetivo.

Recuperó a algún jugador que parecía perdido y ha creado ese ambiente familiar al que tanto aspiraba desde que aterrizó en Barcelona procedente de Qatar. Y, a todo eso, el equipo se ha clasificado para la Champions. O sea, que hasta aquí solo queda que agradecer su trabajo y su esfuerzo. Sin embargo, el Barça debe aspirar a mucho más.

Por tanto, a Xavi, a partir de la próxima temporada, también hay que exigirle más. Ha llegado el momento que Xavi de un golpe sobre la mesa. Ha llegado el momento que Xavi demuestre su carácter, su genio y toda su personalidad. Nadie duda de sus conocimientos y de que es un buen tipo, pero a partir de la próxima temporada deberá demostrar también que es capaz de confeccionar un equipo competitivo.

Este año tenía la excusa de encontrarse con una plantilla cerrada y que los refuerzos llegaron en enero. A partir de agosto todo será distinto. Es bueno que los futbolistas le vean como una persona próxima pero tan cercana como dura e implacable en sus decisiones deportivas y extradeportivas.

Por su parte, el presidente y los directivos deben asumir que Xavi es un entrenador accesible y de club pero que tendrán que sudar tinta para convencerle de determinadas decisiones. Xavi es consciente de la situación financiera del club, pero eso no debe servir de excusa para bajar la cabeza y tragar con todo lo que le propongan. Hasta ahora hemos conocido el Xavi bueno con mínimos reproches a sus futbolistas tras algún partido o alzando la voz desde el banquillo durante alguno de esos infumables partidos. Pues eso ya no será suficiente. Toca mojarse, señalar a los jugadores que no considera necesarios y exigir refuerzos.

No se cumplirán todos sus deseos, pero como más ceda ante unos y otros, más debilitado quedará para la próxima temporada. La primera en la que Xavi será el máximo responsable de todo lo que suceda en el terreno de juego. En fin, que sería bueno, ahora que ya está acabando esta temporada, escuchar en boca de Xavi cuáles son sus propósitos para la próxima. Mejor ser realista que empezar a ilusionarse por unos objetivos inasumibles.