El tálpido sigue sacando la cabeza

Luis Enrique deber ser un devoto seguidor de las teorías de multiverso del físico Max Tegmark donde se habla de la existencia de universos paralelos. Solo así se puede entender que viva dos realidades tan distintas en un mismo cuerpo: lo que sucede dentro del vestuario y lo que cuenta en las ruedas de prensa. Es evidente que un entrenador no está obligado a contar los pormenores que afectan al vestuario y mucho menos hacerlos públicos, pero de ahí a engañar directamente, hay un trecho. Luis Enrique sabe mejor que nadie si ha buscado o no un topo o si le afectó las últimas filtraciones que han salido. 

Con Luis Enrique ya estamos acostumbrados a los desmentidos sistemáticos ante cualquier información indiscreta de dentro. Está en su manual de trabajo y no le vamos a hacer cambiar ahora. El técnico no profesa un gran cariño a nuestra profesión, como demuestra su poco ‘feeling’ con más de un periodista al que responde con monosílabos, sea la pregunta que sea en rueda de prensa, o echándonos directamente del avión del equipo, y ya de paso también a los aficionados. Pero para que vea que no somos tan malos, le daremos un consejo para que pueda seguir conviviendo con esta realidad paralela: los libros de Oliver Sacks. Verá que no esta solo.