Rubiales, Pedro Sánchez y el Mundial 2030

Pedro Sánchez habla ante Luis Rubiales y la selección española de fútbol campeona del Mundial

Pedro Sánchez habla ante Luis Rubiales y la selección española de fútbol campeona del Mundial / AFP

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

La imagen de Luis Rubiales besando con las dos manos agarrando la cabeza de Jenni Hermoso es chocante. No es el lugar, ni el escenario en el que se espere un beso así y en el momento de verlo en la televisión nos faltaba mucho contexto.

Los protagonistas han tenido tiempo para explicarse y contarnos si ese beso es resultado de un mes de confidencias en la concentración, de una broma interna o algo no querido y forzado. Las explicaciones de Rubiales no llegan ni al 4 y ni el tono ni las frases son las adecuadas para poner luz a un tema en el que se tiene que ser muy, muy claro.

Para empezar, nombrarla habría sido un primer gesto para reconocer que el beso no se lo dio a una farola, se lo dio a Jennifer Hermoso, futbolista de la selección femenina y, aunque sea una relación laboral no habitual, subordinada suya en condición de presidente.

Jennifer Hermoso no ha tomado la palabra, aparecieron unas frases con su nombre pero los compañeros de ‘Relevo’ contaron que no salieron de su boca. Ese silencio, respetable y comprensible, tendría que hacer que las palabras de Rubiales aún fueran mucho más claras y directas. Por eso, Pedro Sánchez pidió a  Rubiales algo más que ese vídeo grabado en un aeropuerto. La Federación ya ha dado un primer paso anunciando que se han activado los protocolos internos en asuntos de Integridad y una asamblea extraordinaria. Un primer paso necesario y obligado, no podía pasar más tiempo con ese protocolo colgado en su página web y haciendo caso omiso de lo que en él decía.

Esto no es ninguna puja, tampoco es una prueba de resistencia, ni una partida de póker. Luis Rubiales tiene que entender que nadie está esperando a que suba la oferta o que se saque un as de la manga, tan solo que siga el protocolo que él mismo estableció en la Federación y que deje que el caso siga el mismo procedimiento que si lo hubiera hecho otra persona que no sea el presidente.

Buen gesto de Pedro Sánchez respetando la legalidad de la Federación y dejando claro que no habrán injerencias políticas en la entidad; dejando en manos de los miembros de la RFEF iniciar cualquier acción contra el presidente, veremos qué pasa en la asamblea convocada pero mostrando su claro descontento con la acción de Rubiales. La candidatura del Mundial 2030 está sobre la mesa y, siga o no siga Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol, es un proyecto muy serio e ilusionante como para que una acción reprobable de una persona lo ponga en riesgo