'Reds', que no os coman la cabeza

Salah tiene ganas de revancha

Salah tiene ganas de revancha

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El "ahora estoy en el lado bueno de la historia" de Courtois no es nada comparado con el martillo pilón madridista que, día tras día, erosiona el cerebro de sus rivales con el objetivo de minar su fortaleza mental. Da igual que el Real Madrid esté en la final de la Champions: la realidad es que PSG, Chelsea y Manchester City son mejor equipo que ellos y fueron mejor equipo que ellos en las tres eliminatorias. Esto no va de fútbol porque si lo que mandara fuera el juego, el Madrid estaría eliminado hace semanas. Esto va de comerle la cabeza al rival para que salga al campo consciente de su inferioridad. Y lo peor de todo es que el madridismo ha logrado su objetivo: ahí están los 17 minutos ante el PSG o los dos minutos ante el City, por ejemplo.

Elijan ustedes al azar dos clubs cualquiera del mundo a jugar. Por ejemplo, el Mataró y el Atlètic Baleares. El Mataró gana 1-0 en el minuto 89, pero el Atlètic Baleares remonta antes del 91. ¿Quién es el gran culpable de esa remontada? ¡Exacto! La culpa la tiene quien recibe los dos goles porque, de una forma u otra, se ha venido abajo, sobre todo mentalmente, y las piernas han flaqueado. Ahí está la clave de la final que disputarán Liverpool y Real Madrid en París.

Los blancos llevan jugando la final desde la fase eliminatoria, en la que han convencido al mundo de que son un equipo épico y de que "hasta el final, vamos Real". Todo es palabrería si quien está delante es superior en fútbol, como así ha sido hasta ahora, y, además, es superior a nivel mental. Es en ese aspecto en el que el Real Madrid ha hecho creer a sus rivales que no tienen rival. Cuentos que Salah ha tirado a la basura usando la misma táctica: "Prefiero al Real Madrid en la final", dijo antes de conocer rival. Esa es la actitud. De hecho, la misma que han usado los blancos toda la temporada para esconder sus debilidades. Liverpool, que no os coman la cabeza. Si tienen alguna duda de cómo jugarle al Madrid, cojan el teléfono y llamen al Futbol Club Barcelona, el único equipo que no solo no tiembla, sino que se crece ante el trilerismo mental.