Jürgen, líbranos del mal

Jürgen Klopp junto a Thiago Alcántara

Jürgen Klopp ha defendido en rueda de prensa a Thiago, tras su partidazo contra el Manchester United / EFE

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Debe ser la épica la que coloca los tres partidos de vuelta de las eliminatorias de Champions en el Santiago Bernabéu. Por supuesto que es la épica quien elige Chamartín como el estadio para el clásico de vuelta de LaLiga siempre y, obviamente, también es la épica la razón por la que el Real Madrid, entre eliminatoria y eliminatoria, juegue prácticamente siempre en Madrid.

Los épicos no deben desgastarse mucho que el club ha nacido para ser campeón de Europa, como decía la vieja de las judías. El resto de clubs son meros espectadores del mejor club de toda la historia del universo mundial porque nada es igual que el Real Madrid, un club hecho de gestas y épica como la de Orsato, indultando a Casemiro, que debió ser expulsado a los diez minutos.

La épica del Real Madrid es un bulo convertido en relato comestible para sus hordas de seguidores que, lejos de preguntarse nada, aplauden con las orejas cada vez que les favorece el calendario o los arbitrajes. Porque para un club cuyo único y exclusivo objetivo es ganar, no importa absolutamente nada cómo se llega a la victoria. Si hay que usar malas artes, se usan, que el fin justifica los medios. Si hay que anular un gol a Marcos Alonso, se anula. Si hay que hacerlo con Mbappé, sin problema.

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 Manchester City de la vuelta de las semifinales de la Champions League

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 Manchester City de la vuelta de las semifinales de la Champions League / TELEFÓNICA

Si había que hacer una llave de yudo para que Salah no pudiera seguir jugando la última final de la Champions entre los épicos y el Liverpool, ¡al suelo con el egipcio! El castigo no existe cuando eres un épico ni aunque tu camino esté lleno de cadáveres y de malas artes. Lo del bien y el mal es para el resto del mundo, todos perdedores a ojos del buen madridista.

Si esto fuera un cuento de Disney, el Liverpool acabaría de una vez por todas con la farsa que usa el disfraz de la épica, pero la realidad del Real Madrid se parece más a los relatos despiadados de Hans Christian Andersen, a los que solo el tiempo y el azúcar de quienes lo han versionado con ganas de edulcorar el mal han convertido los supuestos éxitos blancos en cuentos de hadas. Por una vez, aunque solo sea por una vez, Jürgen, te lo rogamos, líbranos del mal.