OPINIÓN EXPRÉS

Rafinha ya no es el hermano de Thiago

Rafinha demostró ante el Deportivo que también es un goleador en potencia

Ernest Folch

El Barça se comió al Depor a la hora del postre, sin apenas esfuerzo, con los pies encima de la mesa y se permitió el lujo de convertir casi 60 minutos de un partido que a priori no pintaba nada fácil en un simple entreno de cara al miércoles. La plácida victoria del Barça empezó y acabó por la banda derecha. La tarde se inició con el último capítulo del culebrón Aleix Vidal, que por séptima vez se quedó en la grada, en lo que es, ahora sí, su sentencia definitiva: si no jugó contra el Depor ya no jugará nunca, en lo que es, hasta que se explique debidamente, el gran expediente X de la temporada actual.

Sin embargo, el agujero negro del lateral, que obligó a retocar el sistema entero del equipo como ya había sucedido en Leganés, fue llenado con total éxito por Rafinha, que culminó otro gran partido y confirmó que además de ser un magnífico jugador es un goleador en potencia. Hubo el detalle maravilloso de Suárez en su amago del tercer gol, asistencias memorables de Neymar y por supuesto la aparición divina de Messi, que marcó desde la nada, escasos segundos después de haber entrado.

Pero a pesar de la enésima exhibición del tridente, el gran protagonista fue Rafinha, otro caso que confirma que en el Barça es difícil saber cuál es el recorrido de un jugador hasta la segunda temporada, lección que por cierto vale para un Alcácer ofuscado, pero al que se le debe conceder tiempo y paciencia. La eclosión del menor de los Alcántara tiene además otro secreto: su sensacional polivalencia. Se confirma que Luis Enrique se mueve como pez en el agua con jugadores a los que puede cambiar de posición, hacer evolucionar y dar confianza de manera ilimitada. Porque lo que es evidente es que está naciendo un nuevo Rafinha, que al igual que sucedió con Sergi Roberto, ha roto sus propios moldes y da la talla en ubicaciones muy diferentes.

El choque contra el Depor ejemplifica que los jugadores que caen en desgracia con el entrenador azulgrana, como Vidal, ya pueden ir haciendo las maletas. En cambio, los que sienta en su regazo y los mima y los protege, como Sergi Roberto y Rafinha, acaban por eclosionar. Lo que está claro es que Rafinha ya no es el hermano de Thiago. Desde hoy Rafinha se llama simplemente Rafinha. Una estupenda noticia para el Barça.