Opinión

¡Que se preparen!

Hansi Flick en estado puro

Hansi Flick en estado puro / SPORT.es

Los comunicólogos y profesionales del marketing trabajamos habitualmente en el campo de los estímulos en el consumidor para alcanzar nuestros objetivos, y entre ellos, el más solicitado y perseguido por potente y a veces mágico, es la ilusión. Hoy, los barcelonistas deambulamos muy alejados de esa emoción: El Barça vive envuelto y a veces sumergido en cierta depresión: La situación financiera es preocupante, el primer equipo no responde a las expectativas, algunas secciones muestran una irregularidad no deseada, existe una cierta división social respecto a figuras capitales para alcanzar metas...

Y en este triste y desgraciadamente novedoso paradigma de una entidad otrora sinónimo de “grandeza”, una noticia adelantada por este diario revolucionó las redes en su terreno más sensitivo: Deco y Bojan habían viajado a Londres para reunirse con Hans Flick y algún otro colaborador del técnico de Heidelberg.

¿Y qué sucedió? Lo que no por previsible, deja de ser deseable: Las redes explosionaron, muchos seguidores culés se excitaron y todos los medios salieron del letargo por un solo motivo: Se respiraba un singular y casi olvidado júbilo al anunciarse ese encuentro.

¿Significa la reunión que el alemán nos sacará del pozo de la desidia y la pena en caso de venir? No lo sé, pero la reunión supone un volantazo deseado y deseable para cambiar de dirección. No sabemos el nuevo destino, pero sí sabemos que el anterior había dejado de motivar, de movilizar y animar.

De la noche a la mañana, en este caso de la mañana a la noche, se percibió ILUSIÓN, ¿Y que puede provocar esa ilusión hoy en el club y su afición? La ilusión actúa como catalizador para la creatividad y el cambio (hoy tan necesario), y ese cambio despierta la propagación olvidada de perspectivas positivas y la gestación de pensamientos e ideas de victoria en nuestro subconsciente.

La ilusión aniquila el stress y genera defensas mentales y ganas de no abandonar la lucha convirtiéndose en un mitigador del pesimismo y el abandono. La ilusión es sorprendente. Una persona, un proyecto, un club ilusionado sufre automáticamente una metamorfosis tal, que necesita alimentarse de dibujar y creer en metas, de diseñar objetivos, de crear desafíos.

¿Y todo se mueve en el campo de la mente? En absoluto. La ilusión tiene una relación directa también con la fuerza, con la vitalidad y la resistencia: Un equipo y una afición ilusionada es un colectivo muchísimo más complicado de vencer y más rocoso de doblegar. La ilusión es invencible, porque… Si a través de ella se percibe real, se ve real y se siente real, ¿Creen ustedes que importa mucho si es real…?

¡A por todas!