Pon un nuevo (otro) base en tu vida

Uno de los grandes déficits del equipo ha sido la falta de jugadores en el perímetro capaces de generar ventajas desde el 1c1. Desequilibrar para habilitar al resto. Tan solo Rice y Koponen cumplen actualmente con estas características en su juego en el perímetro azulgrana y el sistema de Bartzokas dota de libertad pero exige creatividad para conseguir la fluidez ofensiva necesaria.

La llegada de Munford suma un nuevo efectivo con un perfil con el que potenciar estas carencias ofensivas. ‘Small ball’ a la máxima potencia jugando con dos bases capaces de anotar de forma simultánea. 

¿El problema? Probablemente se seguirá echando de menos la figura de un base que complemente todo lo bueno que ya ofrece Rice pero que desde la dirección ofrezca otras alternativas y lecturas al partido. Solo hace falta ver cómo se estructuran el resto de plantillas en Europa en el puesto de base: Mantzaris/Spanoulis con Erick Green en Olympiacos, Sloukas y Dixon en Fenerbahçe, Jovic y Jenkins en Estrella Roja, Calathes y Mike James en Panathinaikos, Larkin y ahora Laprovittola en Baskonia, Llull y Draper con Doncic.

Seguramente si Pau Ribas no hubiera caído lesionado toda la temporada podría haber ofrecido este contrapunto pese a no ser un base al uso. Las lesiones y todos los demás contratiempos han acabado dictando sentencia. Ahora solo queda esparar. Quizás eso hubiera sido lo ideal, pero de ideal ya ha quedado claro que esta temporada no tiene nada.