A lo mejor Xavi y Guardiola tienen razón

Pep Guardiola, tras la derrota del Manchester City en Villa Park

Pep Guardiola, tras la derrota del Manchester City en Villa Park / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Lo primero que pensé tras el partidazo del Barça ante el Atlético fue por qué no juegan siempre así. ¿Tan difícil es jugar con la máxima intensidad todos los partidos, entender que vale lo mismo ganar al Atlético que al Mallorca? ¿De verdad hay que esperar a estar contra las cuerdas en la Liga o a que Griezmann cabree a Joao Félix con unas declaraciones muy poco inteligentes?

No lo entiendo, pero debe ser así, toda la vida ha sido así, por lo menos los más de cincuenta años que un servidor lleva siguiendo el fútbol sin poder descifrar un misterio insondable: el de la motivación de los jugadores.

La cuestión es que, históricamente, el Barça da la talla contra los grandes y deja que los pequeños se le suban a las barbas. Concretando desde que Xavi dirige al equipo, de los veinte partidos de Liga contra el Madrid, Atlético, Sevilla, Athletic y Valencia, el Barça ha ganado diecisiete, ha empatado uno y ha perdido dos, ambos ante el Madrid, mientras que, solo en lo que va de esta temporada, ha cedido ocho puntos contra Getafe, Mallorca, Granada y Rayo.

Queda claro que el problema no es de fútbol, es de motivación. Insisto, no sé por qué, pero a lo mejor Xavi y Guardiola tienen razón cuando hablan de que después de ganar títulos es más difícil motivar a los jugadores. Miren cómo está el City ahora mismo, cuarto en la Premier, tras ganar por fin la Champions.

En cualquier caso, me parece inadmisible. Yo lo que exijo es que el Barça juegue siempre con la misma actitud que contra el Atlético. Para eso les pagan. ¿O no?