No hay mejor desprecio que no hacer aprecio

Ter Stegen y Neuer, una competencia que viene de lejos

Ter Stegen y Neuer, una competencia que viene de lejos / AFP

Carme Barceló

Carme Barceló

Eso decía siempre mi madre. Y cuánta razón tenía. Demasiado caso estamos haciendo al Bayern y a sus entornos. Ya les conocemos. Que no hemos nacido hoy. Que nos peinamos las canas, señores y señoras germanos. Que repiten la estrategia de jugar en las bandas una semana antes del inicio del partido. Que provocan desde los medios, utilizando a teóricos ‘popes’ del fútbol teutón para rebajar y opacar a las figuras del rival. Desconozco hasta que punto es motivador el mensaje para la plantilla del Barça pero lo que está muy claro es que la respuesta solo hay que darla en el campo. En las ruedas de prensa de esta tarde y en las redes sociales, mejor dejar las provocaciones a un lado. Ignorarlas. Aparcarlas. Ni medio segundo de atención.

¿Por qué el Bayern vuelve a utilizar la misma estrategia? ¿Funciona? O mejor, ¿funcionará el viernes? Lo dudo. Si el Barça es capaz de abstraerse y desoir las instigaciones, saltará al campo con ventaja. Aunque Messi dijera que “no nos llega para la Champions”, el escudo y el orgullo están ahí y es el momento de sacarlos a pasear. De lucirlos. Gestionados o autogestionados. Ter Stegen debe tener claro que hace tres años que es mejor y más completo que NeuerLenglet, en un momento de forma y efectividad extraordinarios, y Piqué son jugadores respetados y que inspiran respeto. De De Jong y Busquets, en una eliminatoria a noventa minutos no me fiaría de ellos ni un segundo. Y no hablemos del tridente.

Dudar que Messi, Griezmann y Luis Suárez, con su edad, sus más y sus menos, no son capaces de darle la vuelta a un encuentro en segundos, es mucho desmerecer. Parágrafo al margen merece el ‘asunto Lewandowski’. La comparativa con Messi solo le perjudica porque eso permite analizarle aún más. Y sale perdiendo, tanto como el Bayern espera que pierda el Barça. A lo tuyo, Lionel. Ya solo en el famoso Transfermarket tu valor de mercado es de 112 millones por 56 de Robert. Eso, antes de saltar al césped. Con las botas puestas, no tienes precio.