Griezmann se queda sin coartada

Griezmann durante un partido

Griezmann durante un partido / Javi Ferrándiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Hace un año, cinco meses y diecinueve días que Griezmann fichó por el Barça y, en ese año, cinco meses y diecinueve días, nada se ha visto sobre el terreno de juego que permita concluir que siquiera se parece de lejos al jugador que fue estrella en el Atlético y campeón del mundo con la selección francesa. El declive de Griezmann ha sido brutal desde que viste la camiseta del Barça. De creer que comía en la misma mesa de Messi y Cristiano a que no le den reserva ni en restaurantes de segunda fila.

Un fracaso total, una ruina económica para el Barça, que no olvidemos que pagó 135 millones, los 120 de la cláusula y 15 más con uno de esos chanchullos que tanto utilizaba Bartomeu y que nadie se creía. 135 millones cuando un año antes costaba 100, pero no quiso venir al Camp Nou humillando al club en un documental producido por Piqué, para más inri. Y todo eso, en medio de la certeza de que Messi prefería a Neymar y por ello la directiva se montó un par de viajes televisados para hacer creer a Leo que iban a por Ney... ¿Hay algún gato encerrado por ahí?

¡BASTA YA!

La cuestión es que hubo muchas oportunidades para no fichar a Griezmann y al final salieron 135 millones de la caja del club, se cabreó a Messi y el francés no ha dado una a derechas. Y no será porque durante el año de impasse entre el documental y el estacazo final no surgieran voces que alertaran de que la posición del francés era la misma de Messi, algo contra lo que ya se había estrellado Coutinho y 160 millones más del ala. No sigo para no llorar. Pero un año, cinco meses y diecinueve días es mucho tiempo como para no decir ¡basta ya! Seguramente contra el Eibar el francés tocó fondo.

Hasta ahora tenía la coartada de que no jugaba en su sitio, algo que bien se preocupó de echar en cara a Koeman. También de que no le trataban como al líder que cree ser. Pues bien, en el infame último partido del maldito 2020, Griezmann se quedó sin coartada. Jugó en el sitio de Messi y no se le vio y se borró a la hora de ejercer su liderazgo al no tirar el penalti que falló Braithwaite. Me temo que Griezmann ya no tiene sitio en el Barça.