El gol de Griezmann y muy poco más

Horrorosa primera mitad del FC Barcelona en San Paolo ante el Nápoles. El equipo barcelonista tuvo un dominio total y toda la posesión del mundo pero sin llegar a rematar entre los tres palos de Ospina, salvo un centro chut de Arturo Vidal.

Lentitud, balón al pie -ningún jugador buscaba el desmarque- y siempre haciendo un fútbol previsible. Este fue el sino del Barcelona en estos primeros cuarenta y cinco minutos. No hubo ningún cambio de ritmo ni aceleración y el Nápoles se limitó a defender por acumulación y ni tan siquiera necesitaron hacer faltas.

El partido está allí donde quiere Gattuso y su Nápoles. Los jugadores del Barcelona ni le inquietan. Setién debe reaccionar en el descanso dando entrada tal vez a Ansu Fati para tener a algún jugador que pueda desequilibrar con el uno contra uno.

Un gol, en el primer disparo

Empezó igual la segunda parte, sin ninguna modificación táctica, pero en un error de Maksimivic en la salida dejó espacio, penetró Semedo y goleó Griezmann en el único remate entre los tres palos.

Se abrió un poco el partido, aparecieron los espacios y hubo mucha rapidez y velocidad pero las pocas ocasiones cayeron del lado italiano. 

Mucho tiene que mejorar el Barça para hacer algo en Europa, pues el Nápoles demostró muy pocas cosas y el Bará, pese a ello, sufrió. A los resultadistas les dejará contento pero al resto, no. Estos últimos no ven ninguna posibilidad de hacer notable en la Champions.