Cómo fabricar un nuevo Barça sin Messi

Koeman durante su discurso

Koeman durante su discurso

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Nace un nuevo Barça. Sin la estrella que ha guiado su destino durante los últimos 21 años. La marcha de Messi obliga a un replanteamiento total del modelo. Ya no está el crack argentino para acabar todas las jugadas. La ‘messidependencia’ ya no es una opción. Y hay que construir un equipo sin figuras y sin fisuras. Más que nunca, los actores secundarios que han acompañado a Messi durante todo este tiempo deben convertirse en protagonistas. Koeman tiene la difícil tarea de cambiar las dinámicas de unos jugadores acostumbrados a buscar siempre en el campo al crack argentino. Ahora tienen que encontrarse ellos. Y asumir su nuevo rol. Empezando por los veteranos capitanes (Piqué, Alba, Sergi Roberto y Busquets) que seguirán ejerciendo de titulares casi indiscutibles. Al menos, de entrada. Continuando por los jóvenes (Pedri, Ansu, Riqui Puig y De Jong). Y acabando por los nuevos fichajes (Memphis, Emerson, Eric Garcia y Kun Agüero, este último cuando se recupere de su inoportuna lesión). Sin olvidar a los canteranos que han mostrado su talento durante la pretemporada (Gavi, Nico o Demir). Casos tan polémicos como los de Griezmann, Coutinho y Dembélé (el triple derroche con triple fracaso de Bartomeu) deberían ser resueltos para bien o para mal: o encajan y explotan o deben ser traspasados… Tienen que pasar de ser un problema a ser una solución. En un Barça sin Messi no valen los que restan, solo los que suman.

Mientras Messi realizaba ayer su primer entrenamiento con el PSG, en el Barça Koeman pedía dos nuevas incorporaciones (un centrocampista y un delantero) para intentar compensar la plantilla. Difícilmente vendrán refuerzos. Hay que construir el nuevo Barça con los rescoldos del pasado y pensando, sobre todo, en qué futbolistas pueden ser el futuro. Un futuro incierto que empezará a despejarse este domingo con el debut ante la Real Sociedad. Con una alineación de circunstancias debido a las bajas por lesión. Pero con la obligación de sumar los tres primeros puntos de la temporada en el primer partido con público en el Camp Nou en un año y medio. Se acabaron las lamentaciones. Hay que fabricar un nuevo Barça sin Messi.