Opinión

¿Dónde está la ética de la junta directiva del Barça?

La directiva del Barça sigue sin dar explicaciones por el caso de los avales/ISL

La directiva del Barça sigue sin dar explicaciones por el caso de los avales/ISL / FCB

El 9 de abril de 2020, en pleno estado de alarma en todo el territorio español para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, seis directivos del FC Barcelona presentaron su dimisión al presidente Josep Maria Bartomeu. Fueron Emili Rousaud, Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia. Acompañada esa renuncia de una carta, los dimisionarios explicaban que “hemos llegado a este punto al no vernos capaces de revertir los criterios y las formas de gestión del club ante los importantes retos de futuro”.

La razón principal de esa dimisión en bloque fue el Barçagate, la contratación de una empresa para monitorizar las redes sociales sobre el FC Barcelona y, de paso, desprestigiar a distintas personas del entorno blaugrana. Todo ello, con el agravante de haberse troceado las facturas por importes superiores a 200.000 euros para que no tuvieran que pasar por el control de la Junta Directiva. Muy grave.

Hoy, está demostrado que una empresa estadounidense que trabaja para el FC Barcelona (ISL Futbol) ingresó 350.000 euros en la cuenta privada y solidaria de los directivos azulgranas donde se pagaban los intereses del aval que les permitió hacerse con las llaves del club. Y también que meses después esa misma empresa organizó dos partidos del Barça en la gira veraniega del 2022. Igualmente grave.

Diez días después de la publicación del tema avales/ISL nadie asume el incumplimiento del código ético

Me consta que muchos directivos, la mayoría, no supieron hasta muy tarde que tres empresas diferentes habían hecho ingresos millonarios en esa cuenta solidaria. El desconocimiento u omisión sobre las salidas y entradas de dinero en esa cuenta particular no les exime, como mínimo, de afrontar con cierta dignidad las consecuencias de haber incumplido el Código Ético del club y, según juristas consultados, incluso los estatutos del FC Barcelona y la Llei de l’Esport Català. También grave.

Han pasado diez días desde la publicación del tema avales/ISL y en el FCB todo sigue igual, normalizando una manifiesta irregularidad y dando la callada por respuesta, especialmente por parte de la presidenta de la Comisión de Ética y Transparencia, Elena Fort, que debería actuar de oficio ante las pruebas irrefutables conocidas. Me imagino su cuenta de Twitter (X) si esto hubiera pasado hace cinco años. Igualmente debería actuar el Compliance del club, el abogado Sergi Atienza, aunque ya todos sabemos de qué pie cojea. 

Los actuales directivos del FCB lo tienen muy fácil: mirarse en el espejo de los Rousaud, Tombas, Elías, Pont, Teixidor y Calsamiglia. El prestigio, la ética y el honor personal deberían estar muy por encima de poder presumir de una tarjeta de visita de directivo del FC Barcelona.