Depay no es mediático, pero es goleador

Su nombre apareció en el entorno barcelonista el pasado verano, cuando Koeman vio que algo le faltaba al ataque barcelonista a pesar de disponer de un tridente tan rimbombante como el formado por Messi, Griezmann y Dembélé. Y dos alternativas no menos interesantes, Coutinho y el prometedor Ansu Fati, que a la postre sería el que, Messi aparte, mejor empezó la temporada y en el que más se podía confiar hasta que una lesión le apartó del equipo para el resto de la campaña. Algo debía ver ya Koeman, que insistió e insistió con Depay, aunque sin éxito, más que posiblemente por la dramática situación económica del club o tal vez porque Bartomeu no sintió la presión de la afición, a la que el nombre de Depay no produjo más que indiferencia, sino directamente rechazo. 

PREJUICIOS

Ahí quería llegar. Estamos en un punto en que todo lo que no sea fichar Mbappés o Haalands es cero ilusionante. Pero lo mismo ocurría años atrás, cuando los que ilusionaban eran Coutinhos, Dembélés y Griezmanns y ya han visto ustedes cómo ha acabado el cuento. Curiosamente, en los últimos tiempos solo el rumor de Lautaro Martínez pareció crear algo de expectativas. Y la pregunta es: ¿por qué Lautaro, sí y Depay, no? Por goles no será. Esta temporada, el holandés ha marcado un total de 22 y el argentino, 19. Y en el ejercicio anterior, Depay llevaba 15 goles en 22 partidos, hasta que se lesionó, y Martínez acabó con 21 en toda la temporada. En la 18-19, Memphis se apuntó 12 por 9 Lautaro. Veintidós tantos marcó Depay un año más atrás... Es decir, por ahí va bien acreditado.

Quizá jugar en la Liga francesa le quita mérito ante la afición. Pero entonces lo podemos comparar con Neymar, palabras ya muy mayores, señores, y nos daremos cuenta de que el holandés ha marcado este año en la misma Liga que el brasileño once goles más, sí, 20 contra 9 y si todavía queremos afinar más para compensar las lesiones de Ney, resulta que Memphis ha marcado cada 146 minutos por 157 Neymar. Con estos números no es justo juzgarle con malos ojos sin antes verlo jugar. Depay no es mediático, pero es goleador. Y una gran oportunidad de mercado. 

La clave: el delantero holandés acredita mejores registros que otros mejor vistos por la afición.