Dembélé, el debate que no cesa

Las cosas como son, Dembélé cambió la cara del Barça en Linares y fue decisivo en la remontada del equipo de Xavi que evitó un ridículo histórico en la Copa. El francés salió en la segunda parte, como medida de urgencia para rescatar a un equipo al que la indolencia estaba hundiendo ante el modesto Linares.

Es significativo que Dembélé tuviera que erigirse en el salvador del Barça dada la enorme diferencia que hay entre un equipo de la tercera categoría del fútbol español y un grande que por muy en horas bajas que esté, no puede dar la imagen que dio durante gran parte del partido.

Concretamente, la primera parte fue un desastre, indigna de unos jugadores que visten la camiseta del Barça. Cero ocasiones, cero en fútbol y lo peor, cero en actitud. La principal diferencia entre uno y otro equipo era que los jugadores del Linares iban a buscar el balón y los del Barça lo esperaban. Jugando a medio gas, o menos, no se puede ganar a ningún rival, por muy humilde que sea.

ACTITUD

Xavi lo tuvo claro y puso en el campo a Dembélé, Piqué y Frenkie de Jong tras el descanso. Tres vacas sagradas para apagar el incendio, para que dieran definitivamente la cara o se quemaran, también definitivamente, en el infierno de Linares. Los tres respondieron. Dembélé con su fútbol eléctrico, Piqué con su experiencia y personalidad arengando a sus compañeros y De Jong poniendo orden y una marcha más en el juego que la que ponía el controvertido Riqui.

Pero, básicamente, el Barça remontó al son que tocó Dembélé, son de crack, sin ninguna duda. Un son que reaviva el debate sobre su continuidad. Lo mejor de ayer fue su actitud. Precisamente en estos momentos en los que se le mira con lupa, decidió dar la cara y comprometerse con el equipo al que activó a partir de su buena actitud. ¿Cómo hay que leer esta reacción del francés, como una señal inequívoca de que le interesa el Barça y quiere continuar o como un guiño a los equipos que le pretenden? Confieso que es difícil entender a Ousmane. A él y a su entorno. Van a golpe de chispazos, como su fútbol. Ahora, sí; ahora, no. Es el debate sin fin.

La Clave: ahora que se le mira con lupa, Ousmane decidió dar la cara y salvó al equipo en la Copa