Deco consigue desactivar a Mateu

Deco, en la Ciudad Deportiva del Barça

Deco, en la Ciudad Deportiva del Barça / SPORT.es

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Y eso que Deco lo intentó... Se veía venir, pero parecía que el Barça iba a aguantar con la situación hasta finales del mercado. No ha sido posible. Deco llegó a Barcelona y al Barça jugándoselo todo. Aceptó la propuesta de Joan Laporta para dirigir el área deportiva, se vendió la empresa perdiendo dinero (o dejando de ganarlo) y se mudó de país. Todo para liderar la filosofía deportiva del club blaugrana en un cambio radical tras la salida de Jordi Cruyff

Deco era una apuesta muy presidencial, un exjugador muy al día del mercado, bien conectado y con las ideas muy claras. Un prototipo de Txiki Begiristain destinado a replicar un modelo que tantos éxitos le dio al Barça en el pasado. Pero Deco llegó en el momento que Mateu Alemany volvía tras no aceptar la oferta del Aston Villa y la cohabitación ha sido, finalmente, imposible. Y no porque Deco no lo haya intentado, sino porque dos no pueden estar en el puesto de uno. Y Mateu Alemany seguía mandando mucho teniendo en cuenta que Deco iba para director deportivo. Hasta que todo petó y Laporta tomó la decisión que debía tomar.

Mateu será el gran damnificado, pero con Deco su etapa ya había acabado. Los clubes solo pueden tener un director de fútbol o deportivo que marque la línea. Una persona que tome el mando, tenga firma para realizar operaciones y cuente con la confianza de la entidad. Y ese nombre era el de Deco porque Mateu acababa contrato en el 2024 y tampoco iba a seguir. Los últimos días han sido más duros de lo que se cuenta y de ahí la premura del comunicado a quince días de cerrarse el mercado. Era insostenible y ahora se inicia una nueva era.

Y que nadie se engañe. Mateu sí tenía buena relación con Xavi, al igual que Jordi Cruyff. Y Deco también la tiene a pesar de que algunos, interesadamente, han querido hacer ver lo contrario. Pueden discrepar deportivamente en algunos nombres o posiciones, pero los dos se respetan y van a ir a una para hacer más grande el Barça. Deco tiene clarísimo que aquí se han acabado las divisiones y los reinos de taifas. Todos a una a trabajar en un momento delicado en el que deberán tomarse decisiones complejas. Él tiene el poder y el carácter para hacerlo.