LA OPINIÓN
El complicado papel del director deportivo
DIFERENCIA DE CRITERIOS. El nuevo director deportivo, Robert Fernández, es un tipo tan serio y honrado como Zubizarreta. Sin embargo, en el mundo del fútbol, estos valores, lamentablemente, acostumbran a ser secundarios. En el fútbol solo vale ganar y para hacerlo uno tiene dos opciones: ser rico y tirar de talonario o tener un club muy ordenado, cuidar la cantera y acertar en los fichajes. El Barça pertenece al segundo grupo. Digo esto porque ahora Robert se enfrenta al primer problema desde que ocupó el puesto de director deportivo. Si hace caso a Luis Enrique, deberá fichar al delantero que le pida su técnico al margen del coste económico. Por contra, si obedece a las peticiones de la directiva se tendrá que conformar con traer a un futbolistas veterano y de bajo coste. No es una decisión fácil. El club está por encima de todo pero cuando un entrenador deja de confiar en su director deportivo, este pasa a tener los días contados. A Zubizarreta no le dejaron hacer siempre lo que quiso y acabó enemistado con Guardiola por defender a capa y espada el club. Sin embargo, esa defensa a ultranza de la entidad de poco le sirvió porque luego fue despedido. Estos días, Robert no para de viajar y de ver partidos por toda Europa en busca de un delantero bueno, bonito y barato, y encima que asuma que será reserva de Messi, Neymar y Suárez. Sin duda, una tarea muy complicada. Si acierta, pocos le felicitarán y si se equivoca, será el responsable único. En enero pasará el primer examen. Suerte.
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