El Barça tiene que mejorar mucho en Nápoles

Xavi se mostró enérgico en el campo del Celta

Xavi se mostró enérgico en el campo del Celta / Valentí Enrich

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

La victoria agónica no puede ocultar el mal partido del Barça con una segunda parte lamentable. Se consiguieron tres puntos importantes pero también se puso en evidencia que este equipo no mejora, su juego es lento, previsible y monótono. La dimisión en diferido del entrenador ha servido de poco. La charla de dos horas en el vestuario tampoco ha aclarado las ideas. Una semana sin partido no se ha notado.

El problema es más profundo de lo que parece. Ante un Celta mas que mediocre, muy justito, el todavía campeón no supo imponer su superioridad técnica. Lewandowski salvó los muebles con una profesionalidad admirable. Otro error defensivo estuvo a punto de costar un disgusto y de cara a la vuelta de la Champions tienen que mejorar mucho.

La primera parte nos recordó el Barça de la pasada Liga, amarraron en defensa y un golazo de Lewandowski parecía que podía ser suficiente para ganar 0-1. Pero tras el descanso se volvió a las andadas. Encajaron un gol con rapidez y se cruzaron los cables. No se crean ocasiones de gol, no se aprovecha el dominio del balón. Los cambios no constituyen un revulsivo y la condición física decae.

Xavi desde la banda es incapaz de mejorar la estrategia. Estamos en la jornada 25 y no es cuestión de engañarnos. Por mucho que el entrenador en la rueda de prensa diga que tiene buenas sensaciones y han competido mejor, esto no es suficiente. Frente a dos equipos de la parte baja de la clasificación como Granada y Celta, el equipo no consigue alcanzar el nivel deseado y su juego solo da para conseguir una plaza para la Champions.

Hay que pasar rápido página de este partido que solo se recordará por el triunfo in extremis. La Champions es una oportunidad de oro para que el Barça cambie de cara, mejore su juego, gane en efectividad y recupere la presencia europea que persigue. Toca dar un golpe de efecto. Positivo es que Lewandowski sume cuatro goles en los tres últimos partidos. Elogiable es la mejora constante de Lamine Yamal que se ha ganado la titularidad a los 16 años.

Ayer dio la asistencia de gol y provocó el penalti. Su juego va a mas en comparación por con Pedri que parece estancado lejos de su mejor condición física. Al canario no se le puede recriminar coraje y entrega, pero no llega al área con la claridad de antes. Vitor Roque sin duda es un valor de futuro pero está un poco verde. Tiene garra y empuje pero muestra limitaciones técnicas. Kounde sigue cometiendo errores peligrosos y ha perdido la solidez que le distinguía. Cristensen no desentona en el centro del campo pero no es la solución mágica.

Conclusión, el Barça tiene que mejorar muchos en Nápoles para no sufrir en la vuelta del Camp Nou. El equipo italiano tampoco esta en su mejor momento, ayer empató en casa contra el Génova, pero no hay que confiarse. La Champions se ha convertido en la tabla de salvación, llegar lo más lejos posible mas que un deseo parece una obligación.