El Barça busca nuevos referentes

Cuando algo sube, porque así lo descubrió Newton, debe bajar. Y, cuanto más sube, más distancia recorre en su caída. El Barça de Guardiola ascendió tanto que, pese a que Guardiola lleva doce años lejos del Camp Nou entre Nueva York, donde pasó un año sabático y no supo hacer las paces con Tito Vilanova, que se trataba del cáncer que acabó con él, Alemania e Inglaterra, el aterrizaje ha sido lento, constante y, sobre todo, durísimo.

Busquets, el eslabón perdido entre el mejor equipo que jamás haya visto el fútbol y el presente, ha dicho basta y ya nada será lo mismo. Es el último estertor de una manera de entender la vida (blaugrana) cuya realidad utópica sobrevive, pero que quienes la llevaron al extremo han pasado a la historia. Literalmente. Ahora que Sergio se va, ha llegado el momento de dejar de buscar, definitivamente, a sus sustitutos. No los hay. Ni los habrá. Algo que debería haber ocurrido hace demasiado tiempo y que habría ayudado a una transición sana llega ahora de forma natural.

El adiós de Busquets libera al barcelonismo de esa obsesión atada al recuerdo de aquellos buenos tiempos en los que todo se veía de color de rosa porque así eran. Su salida permite romper las cadenas que ataban al pasado y obligaban a plantearse quién podía hacer de Iniesta o qué futbolistas tenían más similitudes con Xavi. Por supuesto, también qué jugador es capaz de hacer lo que hace Sergio. Demasiados años buscando respuestas que no existen.

En cambio, nadie nunca ha considerado clonar a quien completaba el cuadro de los cuatro fantásticos que daban sentido a todo, Leo Messi. Todos han sido irrepetibles, pero al argentino, quienes escriben la historia diaria del club, le han respetado más. El ‘10’ tiene mesa propia y en ella no puede sentarse nadie porque es imposible ni siquiera parecérsele, así que la única forma de tener algo similiar es rapatriarle. En eso dicen que están.

Deglutido, disfrutado y digerido el pasado, ha llegado el momento, pues, de mirar al futuro en busca de nuevos referentes que escriban su propia historia con la camiseta del Barça. Messi, Xavi, Iniesta y Busquets, junto a futbolistas como Alves, Puyol o Piqué construyeron la época más gloriosa del Barça, pero, al mismo tiempo, condicionaron el futuro. Lo único que hay que mantener es la idea, de la que Xavi es su mayor abanderado. Los nombres, es ley de vida, deben cambiar y ahí están Gavi, De Jong, Pedri, Araujo o Balde para coger, ahora sí, el relevo con las dos manos.