Entre la autocomplacencia y el show de Mateu Lahoz

Lo que no se vio del caliente Barça-Espanyol

Lo que no se vio del caliente Barça-Espanyol / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça finalizó el 2022 como líder de la Liga. Pero lo hizo con el regusto amargo que le dejó el empate ante el Espanyol. Un derbi que debía ser plácido para el equipo blaugrana, pero que acabó con malas sensaciones por culpa de la autocomplacencia de los culés y el lamentable show de Mateu Lahoz. El conjunto de Xavi pudo ganar cómodamente el duelo catalán. Pero no quiso. O no supo. Se encontró con un gol tempranero de Marcos Alonso. Dominó claramente durante media hora. Con ritmo e intensidad. Ante un Espanyol inoperante. Pero, incomprensiblemente, sacó el pie del acelerador. Pensando, equivocadamente, que todo estaba hecho. Y pagó muy caro su error.

Permitió que el conjunto de Diego Martínez resucitara, empatara de penalti y, a partir de ahí, el partido se volviera un auténtica locura con la esquizofrénica actuación arbitral. Mateu Lahoz, que indignó a medio planeta con su ridículo papel en el Holanda-Argentina del Mundial, volvió a erigirse en el triste protagonista de un derbi que demuestra que ya no está capacitado ni para dirigir un partido de regional. De todas formas, el Barça no perdió dos puntos por culpa de Mateu Lahoz. Dejó escapar la victoria por su conformismo. Los blaugranas compitieron muy mal y recordaron, en algunos momentos, aquella versión del equipo sin alma que parecía olvidada.

El Barça, insisto, finaliza el 2022 como líder gracias al ‘gol average’ con el Madrid. Pero mucho deberá mejorar en los próximos encuentros si pretende mantenerse al frente de la clasificación. El Barça, que había ganado los últimos 12 derbis en el Camp Nou, se vio impotente para lograr una nueva victoria y rompió de esta forma su excelente racha en la Liga: llegó al parón tras cinco triunfos consecutivos y con muy buenas sensaciones. El ‘efecto Mundial’, como mucho me temía, parece que le pasó factura al equipo de Xavi, que no supo aprovechar la ventaja que le dio el gol marcado por Marcos Alonso en el minuto 7.

Los blaugranas se durmieron, sestearon, y cuando se despertaron tras el empate de penalti de Joselu y el show de Mateu Lahoz ya era demasiado tarde. Cerrar el año con este tropiezo no es bueno. Porque, después de casi dos meses sin un partido, la afición blaugrana necesitaba una victoria ilusionante. No ha sido así. Esperemos que el 2023 empiece con mejores augurios...