Animales o futbolistas

Tras el partido, la rueda de prensa del míster fue el sueño húmedo de todo periodista…

Xavi, en un momento del Barça - Almería

Xavi, en un momento del Barça - Almería / Valentí Enrich

Lluís Carrasco

Lluís Carrasco

Que ganas tenía de que llegaran fiestas, fiestas de Navidad y tranquilidad. Sí, sí… No me he vuelto loco, sé bien que estos días, entre suegras “perepunyetes”, abuelas ordenancistas, cuñados tocapelotas y sobrinos repelentes, hay todo menos tranquilidad, pero ustedes, que son sabios y me han entendido, saben que me refería a tranquilidad futbolera.

¡Y no será porque el bueno de Xavi Hernández haya apaciguado las aguas! ¡Menuda rueda de prensa, maestro! El Barça jugó mal, rematadamente mal, y digo “rematadamente” porque no se puede rematar peor. Si “re-matar” viene de “matar de nuevo”, el Barça fue incapaz de meter dos goles consecutivos para poder respirar tranquilos el gélido aire de Montjuic a pesar de las ocasiones generadas, y anduvo amenazado hasta el final por el peor equipo del campeonato y a expensas de una jugada aislada que nos helara la sangre.

Tras el partido, la rueda de prensa del míster fue el sueño húmedo de todo periodista… Aun siendo navidad, repartió más castañas que castañuelas, ofreció informativamente más bombas que zambombas y ofreció un mayúsculo recital, no una opereta de pandereta.

Como ya saben ustedes, soy de los que creo que no existe un solo culpable del desalentador momento que atravesamos, pero también creo que todos y cada uno de los que forman el primer equipo son responsables: Jugadores, cuerpo técnico y staff. Aquí no se salva nadie y todos deben asumir parte de la desconexión y tristeza que sentimos los aficionados.

Y Ayer todo dio un vuelco: Por primera vez, sin filtros, sin eufemismos y sin rubor ninguno, Xavi señaló a los jugadores y especialmente a una parte de ellos sin especificar, como los únicos protagonistas del desastre vivido en el terreno de juego. ¿Es justo? ¡Seguro! Son ellos, y no él, ni su hermano, ni el mismísimo director deportivo quienes empujan la pelotita por el terreno de juego, pero ellos, los jugadores y su pericia, son también el resultado de lo que se plantea tácticamente sobre sus cabezas.

Les falta alma, les falta esfuerzo, les falta sacrificio… Ese fue el argumento nuclear sobre el que pivotó la intervención de Xavi y debo admitir que tiene absolutamente toda la razón, pero ¿Ese es ahora el problema, o tal vez solo un pretexto?

Aquí lo que falta es futbol, no alma, y futbol es lo que nos aseguraron que buscarían, alcanzarían y ofrecerían, pero no ha llegado. Es dentro de ese futbol inexistente hoy, donde habría que albergar el alma y el sacrificio necesario, no fuera de él. Y mientras, nos aseguran ahora que a partir de “ya mismo” correrán como animales y a mí, lo que me gustaría, es que jugaran y también corrieran como futbolistas, como futbolistas profesionales, millonarios y de élite, que eso es lo que son.

Bon Nadal a tothom.