Stephen Curry, el artista que trazó la nueva NBA

Curry es el rey del triple

Curry es el rey del triple / AFP

Adrián Pérez

Adrián Pérez

Stephen Curry, jugador de Golden State Warriors, es uno de los principales atractivos que tiene la NBA. Su presencia, sumada a la de los 10 españoles que disputan la mejor liga de baloncesto del mundo, ha supuesto un nuevo boom de la competición en España.  

El base de los Warriors ha dado el salto definitivo al estrellato de la NBA en las últimas tres temporadas. Su caso es muy particular. Pocas veces se ha visto en la liga un jugador que multiplicara su rendimiento de tal manera a una edad como la suya. Sus inicios fueron complicados y pese a contar con el reconocimiento de compañeros, entrenadores y aficionados, su vitola estuvo siempre muy lejos de ser la de un referente dentro de la NBA. Sin embargo, a partir de los 26 años, su aura no ha dejado de crecer.  

Inicios

Al igual que LeBron James, nació en Akron (Ohio) el 14 de marzo de 1988. Pronto se trasladó a Charlotte porque su padre, exjugador NBA, jugaba en los Hornets. Desde pequeño vivió el baloncesto. Jugó desde su etapa en el instituto y llegado el momento de elegir universidad se quedó en Davidson College pese a las ofertas de univeradades con más pedigrí baloncestístico. Prefierió seguir cerca de los suyos. Allí impresionó a todos y se hizo un nombre en el país promediando más de 25 puntos por partido en sus tres años como universitario.

El draft

El 25 de junio de 2009 el Madison Square Garden acogió una nueva edición del Draft. El buen hacer de Curry en la universidad no le sirvió para entrar en el top 5 de la elección. Golden State Warriors le seleccionó en la séptima posición. El número uno de aquel Draft fue Blake Griffin (LA Clippers) y por delante del base de los Warriors estuvo un jugador español: Ricky Rubio fue elegido por Minnesota Timberwolves en el quinto lugar.

Primeras temporadas

Curry llegó a un equipo perdedor por aquel entonces. Solo habían alcanzado Playoffs en una de las últimas quince temporadas anteriores a la 2009-2010. Aun así, su debut fue positivo: sus 17 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias por partido le llevaron a entrar en el equipo del año de los rookies. Pese a su buen hacer, el equipo siguió la senda de la derrota y en sus tres primeras temporadas quedó fuera de los Playoffs

Salto de calidad

Los problemas de tobillo hicieron que Curry jugara solo un tercio de los partidos de la temporada 2011-2012. Una vez finalizado el año se operó y comenzó el despegue del base de los Warriors. Pasó de anotar 14,7 puntos por partido en 2012 a 22,9 en 2013. Y quedó clara su inclinación hacia el triple. En la 2011-2012 tiró 4,7 por partido y en la 2012-2013 se fue hasta los 7,7. El modelo triplista de Golden State empezaba a ver la luz de la mano del que es ya uno de los mejores tiradores de la historia. Con Mark Jackson al mando los Warriors alcanzaron los Playoffs de nuevo pero cayeron en semifinales en 2013 y en primera ronda en 2014. La era Jackson terminó tras dos profundas decepciones.

Superestrella

Pese a la sensación de oportunidad perdida en aquellos dos años, en Golden State sabían que lo bueno estaba por venir. La temporada 2014-2015 Steve Kerr se convirtió en nuevo entrenador warrior y Curry dio el salto definitivo. Su rendimiento le llevó a ganar el MVP de la fase regular y a ganar su primer anillo de campeón tras derrotar a los Cavaliers de  LeBron James en las finales. Un año después, en la 2015-2016, Curry alcanzó su cénit. Promedió 30,1 puntos por partido, anotó 402 triples (batiendo su propio récord de 286) y fue corresponsable de que los Warriors jugaran la mejor temporada de la historia: 73 victorias y 9 derrotas. Sin embargo, no pudo cerrar el círculo y Cleveland se llevó el anillo tras unas finales épicas.

Curry al día

La temporada 2016-2017 ha servido para que Curry continúe ofreciendo un baloncesto sensacional, aunque algo ha cambiado. Han parecido una serie de condicionantes que han ensombrecido su temporada. Por un lado la llegada de Kevin Durant, hecho que ha obligado a un nuevo reparto de tiros y a una redistribución del protagonismo en el equipo. Por otro, las actuaciones individuales de dos jugadores que han absorbido todo el juego de sus escuadras: Russell Westbrook y James Harden. Eso no le ha privado de exhibirse en partidos como la noche que metió 13 triples frente a los Pelicans, un nuevo récord de la NBA.

Su carrera continúa y nadie se atreve a decir dónde está el límite de este artista del baloncesto. De momento, más allá de sus récords y sus títulos, para siempre se le recordará como el hombre que cambió el juego gracias a su estilo inconfundible y sus triples imposibles.