Los Cavaliers aguan la fiesta de los Bulls (102-103)

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DeRozan (dcha.) aguanta el balón ante la presión de Okoro

DeRozan (dcha.) aguanta el balón ante la presión de Okoro / EFE

EFE

Los Cleveland Cavaliers lograron este sábado un trabajado triunfo por 103-102 en el campo de los Chicago Bulls, en un partido en el que los locales remontaron ocho puntos de desventaja en el cuarto período y tuvieron, en las manos de DeMar DeRozan con cinco segundos en el cronómetro, el balón de la victoria.

Los Cavaliers se reactivaron después de tres derrotas consecutivas, sufridas contra los Indiana Pacers, los Brooklyn Nets y los Toronto Raptors, y tumbaron a unos Bulls que llevan cinco victoria en sus últimos seis encuentros.

Caris LeVert, con 23 puntos, y Kevin Love, con 20 y cinco triples, dirigieron la victoria de los Cavaliers, cuartos en la Conferencia Este, con un balance de 23-14.

Los Cavs cerraron el año de la mejor forma y solventaron una cita complicada, a la que llegaron sin Darius Garland ni Evan Mobley, además del español Ricky Rubio, quien ultima su recuperación tras su lesión de cruzado. El de El Masnou entrenó más de media hora en la pista del United Center en los prolegómenos del encuentro y aseguró que su regreso está "cerca". Se espera que tenga sus primeros minutos oficiales a principios de enero, según informaron los Cavs.

A los Bulls no les bastó un partido de gran orgullo, en el que DeRozan anotó 21 puntos y Ayo Dosunmu aportó 19, con cinco triples. Además, el montenegrino Nikola Vucevic firmó un doble doble de once puntos y catorce asistencias.

LOVE ARRANCA CON CONTUNDENCIA

Arrancó con contundencia Kevin Love, quien conectó cuatro triples y anotó catorce puntos en la primera mitad para unos Cavaliers que alcanzaron diez puntos de ventaja en el segundo período en el 46-36. Fue mérito de Javonte Green, con doce puntos y unas jugadas espectaculares tanto desde el arco como en la pintura, si los Cavs no se escaparon más en el luminoso.

En el segundo período, con Cleveland acelerando, Vucevic aumentó su intensidad y anotó siete puntos para ayudar a los Bulls a limitar la desventaja a cinco puntos (55-60).

Un gran arranque de tercer cuarto de los Bulls, con un triple de Patrick Williams y cuatro puntos consecutivos de Dosunmu recortaron el margen a un solo punto en el 64-63. Los Cavs anotaron tres puntos en 4.22 minutos y pidieron tiempo muerto para aclarar ideas.

Y las palabras de JB Bickerstaff parecieron tener efecto. Su equipo regresó a la pista y selló un parcial de 13-3 con el que se escapó hasta su máxima ventaja hasta ese momento (77-66) con 3.35 por jugar. Lo hizo al ritmo de un Donovan Mitchell incontenible para los Bulls con su cambio de ritmo y poderío atlético.

LOS BULLS MUEREN EN LA ORILLA

Los Cavs llegaron a tener doce puntos de margen, pero los Bulls terminaron el período creciendo y, al ritmo de Alex Caruso, DeRozan y Coby White, con dos puntos apoyados al tablero sobre la bocina, llegaron al último segmento con vida (84-77).

Un nuevo triple de White colocó a los Bulls a tres puntos en el 87-84 y, pese a que Love, a base de triples, relanzara a los Cavs, LaVine respondió con carácter para mantener el equilibrio.

Se disparó el entusiasmo en Chicago cuando DeRozan, con una gran penetración, colocó a los Bulls a un punto en el 103-102 con 29.8 segundos por jugar, y aún más cuando los locales recuperaron la posesión con una excelente defensa que obligó a los Cavs a agotar el cronómetro de los 24 segundos.

Faltaban cinco segundos y DeRozan tuvo el balón de la victoria. Lo intentó con un tiro desde la distancia media, su especialidad, pero la buena defensa de los Cavs aguó la fiesta del United Center.