Zidane, el gran misterio

Su historia en los Mundiales muestra sus dos caras: el tipo sereno que domaba el juego y el del impulso agresivo

El año 1998 fue el gran triunfador del torneo. Marcó dos goles en la final contra una Brasil convulsionada por la salud de Ronaldo

Zidane, en una acción ante Roberto Carlos en la final de 1998

Zidane, en una acción ante Roberto Carlos en la final de 1998 / F. Zueras

Dídac Peyret

Dídac Peyret

¿Quién es realmente Zidane? ¿El tipo sereno que domaba el juego o el del impulso violento? Su historia en los mundiales muestra las dos caras del mito: el futbolista brillante de la final de 1998 ante Brasil y el que se autoexpulsa con un cabezazo a Materazzi en 2006. Un misterio como ocurre a menudo con las figuras extraordinarias. 

Su gran momento le llegó con 26 años, con la presión de liderar a un país que celebraba en casa el Mundial. Zizou fue el factor clave de la final ante Brasil y se convirtió en héroe nacional con dos goles. “Mi vida cambió con aquel partido, aunque yo no lo sabía en ese momento”, reconoció en una entrevista a ‘L’Equipe’ hace cuatro años. “La gente cambió conmigo, sus miradas...lo sentía cada vez que me cruzaba con alguien. Me convertí en un jugador que cambió la historia del fútbol francés”. 

Zidane no había marcado en todo el campeonato y se presentó en la final con un sabor agridulce. Con la sensación de que podía ser más decisivo. Una charla antes del partido con Aimé Jacquet, el seleccionador francés, tranquilizó al mediapunta, que sentía la responsabilidad de una final. En el otro vestuario, en el de Brasil, se vivían momentos de muchos nervios con Ronaldo como protagonista

El brasileño sufrió convulsiones horas antes del partido e incluso se temió por su vida. Pero las pruebas médicas no aclararon lo ocurrido: los resultados no mostraron ninguna irregularidad. El episodio cambió el estado de ánimo de la selección brasileña.

Fueron momentos de confusión que se trasladaron al partido: en la alineación oficial de la final Ronaldo era suplente y entraba Edmundo, pero ‘el fenómeno’ terminó siendo titular. Los jugadores de Brasil salieron con miedo y Francia con la determinación de los campeones. Mientras Ronaldo se movía por el campo completamente ido, Zidane atropellaba a Brasil.