Le Roi Enrique
En su primera temporada en el PSG, el técnico asturiano ha conquistado sin oposición la Ligue 1 y va camino de lograr un nuevo triplete
El fútbol francés ha sido testigo de una era de dominio casi sin precedentes en la última década. El Paris Saint-Germain , impulsado por una inversión masiva y la adquisición de talento de clase mundial, ha establecido un reinado de supremacía en la Ligue 1, levantando ahora su undécimo título. Tras el empate ante el Le Havre y la derrota del Mónaco en la última jornada liguera, el PSG se ha coronado como campeón de Francia por 12ª vez en toda su historia.
Los de la capital han vivido un curso 23-24 muy tranquilo y sin demasiadas complicaciones por parte de sus competidores. Monaco, Brest y Lille siguen de lejos la estela de un PSG que tan solo ha perdido un partido de 30 disputados, unas cifras que hablan muy mal del nivel real de la Ligue 1.
El Olympique de Marsella y el Lyon, que en la pasada década ponían ocasionalmente en apuros al PSG, este año están firmando un año decepcionante, lejos de posiciones de Champions y de competir por el título.
Con 10 ligas conquistadas en las últimas 12 temporadas, el PSG extiende una hegemonía que solo Mónaco (16/17) y Lille (20/21) han sido capaz de romper con dos campañas extraordinarias
El inicio del dominio parisino en el campeonato francés. Con Carlo Ancelotti en el banquillo, el PSG conquistaba su tercer título nacional gracias a la llegada de grandes estrellas facilitadas por la inversión catarí. Zlatan Ibrahimovic, en su primera temporada en Francia, dominó el campeonato con 30 tantos que solidificaron el triunfo parisino.
La primera temporada de Laurent Blanc como entrenador se saldó con una nueva conquista del equipo en la Ligue 1. El PSG se reforzaba con jugadores como Edinson Cavani o Marquinhos, que sumaron a la victoria parisina por delante del Mónaco, su principal perseguidor.
El reinado del PSG en Francia empezaba a tomar forma con la conquista de los dos títulos nacionales a final de temporada. El Olympique de Lyon lo intentó hasta el final, aunque finalmente no pudo igualar a un equipo que empezaba a parecer invencible en la Ligue 1.
La última temporada de Zlatan Ibrahimovic también significó la despedida de Blanc del PSG. El equipo parisino incorporaba a Di María en un equipo que acabó el campeonato 31 puntos por delante del Lyon. Un dominio incontestable que cerraba el círculo con cuatro Ligue 1 de manera consecutiva.
El Mónaco se proclamó campeón de la Ligue 1 por octava vez en su historia y rompiendo una sequía de 17 años. Un jovencísimo Mbappé brilló en un equipo que tenía a jugadores como Bernardo Silva, Falcao o Lemar.
La inesperada derrota la temporada anterior hizo que el PSG revolucionase su plantilla por completo. Neymar y Mbappé llegaron el mismo verano con el objetivo de recuperar el dominio en Francia y poder dar el salto a nivel internacional. Recuperaron el dominio nacional con aplastante superioridad, aunque la derrota en Champions acabó acelerando la marcha de Unai Emery ese verano.
El PSG continuó su reinado por octava vez en toda su historia. Con su conquista, igualó tanto a Nantes como Mónaco en ganar ocho veces la competición. En este segundo año de Mbappé, el astro francés se mostró como una auténtica estrella anotando un total de 32 goles, convirtiéndose en el máximo goleador de la competición.
El campeonato liguero estuvo marcado por la pandemia que paralizó el fútbol mundial. Los aficionados parisinos no pudieron disfrutar de sus grandes estrellas en vivo, aunque Mbappé y Neymar siguieron liderando un equipo que no tuvo rival en la competición liguera. La Champions fue la protagonista de la temporada al pasar a semifinales por primera vez en su historia.
En esta temporada, el club francés no lo tuvo tan fácil en la Ligue 1 y el Lille dio la sorpresa. Los 'dogos' pusieron fin al reinado del PSG y ganaron, sorprendiendo a propios y extraños, la liga francesa. Durante la temporada, Tuchel fue destituido y se incorporó Pochettino.
El PSG revolucionó el mundo del fútbol rompiendo el mercado de fichajes. El fichaje de Leo Messi, fue la noticia del verano tras abandonar el FC Barcelona. El golpe encima de la mesa se dio tras no conquistar la Ligue 1 la pasada campaña. El club parisino fracasó en Champions cayendo en octavos pero recuperando su reinado en competición doméstica.
Pese a seguir contando con grandes estrellas en sus filas, el conjunto de Christophe Galtier estuvo a un solo punto de no ganar la Ligue 1. Una temporada que sería la última de Neymar y Messi, una dupla que no terminó de encajar en ningún momento.
El conjunto parisino no cogió el liderato de la Ligue 1 hasta la jornada número 13, pero desde entonces nadie pudo bajarlo de lo más alto. El técnico asturiano demostró una gran flexibilidad táctica, con varios esquemas y cambios de posición. Sobre todo, colocando a Mbappé como su referencia arriba.
La temporada no empezó de la forma esperada para Luis Enrique, pero supo dar con la tecla a tiempo. La confección de la plantilla, que no se decidió hasta final de mercado, y las continuas lesiones, especialmente en la defensa, provocaron que al equipo le costará arrancar.
El conjunto parisino no cogió el liderato de la Ligue 1 hasta la jornada número 13, pero desde entonces nadie pudo bajarlo de lo más alto. El técnico asturiano demostró una gran flexibilidad táctica, con varios esquemas y cambios de posición.
A pesar del decepcionante rendimiento de Kolo Muani y Gonçalo Ramos, Luis Enrique encontró la llave poniendo a Mbappé como su referencia arriba, a pesar de que en las últimas semanas ha intentado devolver a su estrella a la izquierda usando al portugués como '9' o jugando con Dembélé o Marco Asensio por dentro.
La 'corte' de Luis Enrique
Kylian Mbappé
El francés es la gran estrella del PSG. En la que apunta a ser su última temporada en el conjunto de la capital, ha sumado un total de 26 tantos y 7 asistencias en Ligue 1, demostrando el salto de nivel que le da a los de Luis Enrique su presencia en el césped.
Ousmane Dembélé
La temporada de Dembélé no ha sido la más completa de su carrera, que ya es decir, pero sí que ha sido capaz de aparecer en los momentos clave. Luis Enrique ha apostado por el 'mosquito' y Ousmane ha sido capaz de llegar a la recta final del curso en plena forma.
Marquinhos
En defensa, no hay un jugador que se haga notar tanto como Marquinhos. A pesar de que las lesiones le han lastrado durante la temporada, su presencia es un plus notable para un PSG que no acostumbra a ser del todo fiable atrás.
Como ocurriese en aquella recordada temporada 2014/15, Luis Enrique se encuentra nuevamente a las puertas de conquistar su segundo triplete como entrenador. El técnico asturiano, ahora con el PSG, celebra esta noche el campeonato francés, aunque pone la vista en los dos títulos que quedan por disputar que pueden certificar una hazaña histórica tanto como para el entrenador como para el club.
La final de la Copa de Francia se deberá pelear contra el Olympique de Lyon, mientras que la Champions es realmente el reto para un equipo que busca su primera Liga de Campeones de la Historia. Sin quererlo ni beberlo, su victoria en el campeonato francés deja a solamente cuatro partidos, un triplete que sería histórico para la entidad... así como para Luis Enrique.
Luis Enrique, coleccionista de tripletes
El asturiano podría lograr un hito histórico en su carrera como entrenador si consigue llevarse tanto la Copa de Francia como la Champions League. Luis Enrique se convertiría en el tercer entrenador de la historia que conquista dos tripletes en su carrera después de Guardiola (2009 - 2023) y Mourinho (2003 - 2010). Se uniría a un olimpo reservado a los mejores entrenadores de la historia; lograrlo una única vez es milagroso, hacerlo en dos ocasiones es prácticamente irrepetible.
Su palmarés en París se inauguró con la Supercopa de Francia, su primer título después de su etapa en el FC Barcelona. Ahora, con la conquista de la Ligue 1, Luis Enrique busca ampliar su legado en la capital francesa, donde se le entregaron desde un principio las llaves de un proyecto que tardó en coger forma, pero que ha terminado cogiendo velocidad de crucero.
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