España, a casa en los penaltis

Jordi Gil

Jordi Gil

España cayó en los penaltis en los octavos de final del Mundial de Rusia. La accidentada competición de la Roja solo podía tener un fatal desenalce y así se produjo. Ignashevich marcó en propia puerta, un inocente penalti de Piqué permitió a los rusos empatar y España, por mucho que dominó, no dispuso de grandes ocasiones. En la tanda fina, Koke y Aspas fallaron y De Gea no paró ninguno.

Hierro finalmente se decidió por agitar al equipo, con dos cambios previsibles, los de Nacho y Koke por Carvajal y Thiago, y otro totalmente inesperado, de Asensio por Iniesta. El técnico cambió el dibujo para jugar con un 4-2-3-1 y prefirió que Silva jugara en la media punta antes que el de Fuentealbilla. Por su parte, Rusia salió con centrales y replegado esperando su oportunidad a base de los balones colgados al gigante Zyuba que podían ser recogidos por la segunda línea.

España empezó mandando y obtuvo el gol a balón parado. Asensio sirvió una falta cometida sobre Nacho y Ramos se anticipó a Ignasevich provocado un autogol. Un tanto que el andaluz celebró de forma reivindicativa tras las críticas recibías.

A Rusia le costó reaccionar, mientras la Roja tocaba mansamente el balón. Mucho toque horizontal de la selección y respuesta a fogonazos de los rusos con dos intentos de Zobnin y Golovin.

Manos de Piqué

Los minutos transcurrían sin mayores incidencias hasta que llegó una jugada clave. En un córner, donde Rusia hacía más daño, Piqué saltó con los brazos arriba y, aunque estaba de espalda, interceptó la pelota. El colegiado pitó penalti y Zuybia lo transformó. España se había dejado empatar en una acción absurda un partido que estaba bajo control.

El tanto hizo que la selección pisara el acelerador bajo el mando de Isco que fue el  líder del equipo, moviéndose con libertad por todo el campo. Diego Costa por fin apareció en ataque después de estar centrado en defender y obligó a Afinkeerv a intervenir en un par de ocasiones. La selección se fue al descanso con la sensación que había dado vida a un rival al que ya le pesaban el paso de los minutos.

La necesidad de Iniesta

España salió en la segunda parte decidida a impulsar sus señas de identidad. Mucho balón y paciencia a la espera de encontrar la fisura. Alba, Costa e Isco probaron de romper a la defensa rusa, pero era necesario algo más. Ese  talento en fase de extinción que sí tiene Andrés Iniesta. El manchego sustituyó a un Silva nuevamente apagado y aportó mayor luz al juego.

Un disparo desde la fronal del de Fuentalbilla obligó a una estirada de Akinfeev, que se levantó rápido para repeler el rechace de Aspas, que aacaba de entrar por Diego Costa.

España vio como se le acababan los minutos frente a una Rusia al límite físicamente. Su técnico tuvo que hacer los tres cambios muy pronto por cansancio, mientras que Hierro solo tuvo que hacer uno obligado: el de Carvajal por Nacho, con molestias en la rodilla. Al final, la Roja incluso firmó la prórroga tras llevarse un susto de Smolov.

Prórroga

El tiempo añadido mantuvo el monólogo español con Aspas buscando soluciones en la asociación con Iniesta. Las ocasiones, sin embargo, se resistían y Hierro aprovechó el cuarto cambio que se permite en las prórrogas para que saliera Rodrigo por Asensio. España, por tanto, se la jugaba con dos punasta hasta el final.

El delantero valencianista, con las piernas frescas, hizo daño y obligó a una gran intervención a Akiinfeev. España tenía más punch, pero el reloj jugaba en su contra. Rodrigo tuvo un último intento antes que el árbitro señalara el final y se jugarán el pase a los penaltis.

Penaltis

La muerte súbita fue fatídica parar España. Iniesta y Piqué marcaron, igual que Smolov e IIghnashevic. En el tercero, Akinfeev se lo paró a Koke y Golovin marcó. Ramos volvió a anotar el cuarto, igula que Cherychev. Aspas terminó con un tiro al palo y España fue  elliminada.