Di Maria se reivindicó con un golazo

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Los jugadores con carisma se suelen distinguir por surgir en los momentos más importantes. Y ese fue el papel que asumió un veterano curtido en mil batallas como Ángel Di María.

Las cosas se le habían torcido a la albiceleste desde el principio en el duelo de octavos de final ante Francia. El conjunto galo había salido muy metido en el partido y consiguió adelantarse en el marcador tras transformar Griezmann un penalty, después de que el propio delantero galo hubiera enviado al larguero un lanzamiento de falta.

Argentina estaba pasando un momento más que delicado en esos primero cuarenta y cinco minutos de esos octavos. Pero los argentinos supieron rehacerse, irse hacia arriba y comenzar a merodear el área frances.

Y a cuatro minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario del primer período surgió la figura de Di María. El extremo del PSG recibió, centrado, un pase fuera del área. Y no se lo pensó dos veces. Lanzó un impresionante zurdazo que hizo inútil la estirada del guardameta de Francia. Era el tanto del empate que volvió a meter de lleno a la albiceleste en la lucha por alcanzar los cuartos de final.