Se claman siempre las lluvias para aplacar los incendios, implorando por tiempos mejores. Esa bendición que cae para renovar, refrescando lo que hay, removiendo lo que no es y trayendo a su cola un sol brillante. Pero en París lo que cae es gasolina, dando aún más llama al fuego de la eliminación del Paris Saint-Germain en la Champions League ante el Borussia Dortmund. Porque no le perdonan a Kylian Mbappé haber desaparecido, a la plantilla no remontar y a Luis Enrique su actitud previa y post partido.

El día después: lluvia de críticas al PSG, a Mbappé... y a Luis Enrique (leer noticia)