Fernandes pospone la suerte de Rusia en su Mundial a los penaltis

Sergi Montes

El seleccionador ruso Stanislav Cherchésov reclamaba la atención y el apoyo de toda la parroquia rusa congregada en Sochi. Y a fe que lo logró. Con 2-1 en el marcador ya en la prórroga, los rusos necesitaban un milagro en forma de tanto postrero para llegar a la tanta de penaltis y no quedar apeados del Mundial ante Croacia.

El central Mário Figueira Fernandes, brasileño nacionalizado ruso –las vueltas que da la vida-, fue el protagonista y principal ejecutar del 2-2. Completamente solo en el área pequeña, remató ladeado y con efecto el centro medido de Dzagoev, fruto de una falta tonta de Pivaric en el vértice del área, y obró el milagro del empate a uno.

A cinco minutos del final de la segunda parte de la prórroga, el jugador del CSKA de Moscú demostró que Rusia tiene siete vidas, tantas o más que un gato, y logró llegar a la fatídica tanda de penaltis. Otra más tras la tan cacareada de octavos ante España.