Dalic o el doble 'milagro' del rosario

Zlatko Dalic, un firme creyente que está viviendo su propio milagro

Zlatko Dalic, un firme creyente que está viviendo su propio milagro / AFP

David Rubio

David Rubio

Alejado de los focos mediáticos que pueden convertir a Didier Deschamps en el tercer campeón mundial como jugador y como seleccionador tras el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer, el croata Zlatko Dalic confía en completar este domingo su doble milagro con los ‘Vatreni’.

A sus 51 años, afronta el partido más importante tras una modesta carrera como jugador (Hajduk, Cibalia, Budućnost, Velez Mostar y Varteks) y como técnico, cuyos únicos éxitos en el banquillo eran una Supercopa de Albania con el Slaven Belupo, una Copa del Príncipe de la Corona Saudí con el Al-Hilal y varios títulos con el Al-Ain de Abu Dhabi (una Copa Presidente de los Emiratos Árabes Unidos, una Liga Árabe del Golfo y una Supercopa de los Emiratos Árabes Unidos).

Pese a que Francia parte como gran favorita y pese al mayor caché de su oponente en el banquillo, Dalic cuenta con dos armas secretas que le han permitido plantarse en la final.

el orgullo y... el rosario

Una es conocida, la fuerza y el orgullo de unos jugadores que están dispuestos a morir sobre el Luzhniki para regalar el primer título mundial a una nación de apenas cuatro millones de habitantes que ya sabe lo que es reinar en el balonmano, en el waterpolo, en el tenis y en el esquí entre otros deportes.

El seleccionador se siente orgulloso de dirigir a la selección croata pese a que él es bosnio-herzegovino y ha resaltado sus deseos de que algún día se cierren definitivamente las heridas de la guerra y ambos países vuelvan a ser hermanos.

El otro gran aliado de Zlatko Dalic es Dios. Sí, como lo leenEl seleccionador croata es un firme creyente y profesa la fe cristiana católica reinante en Croacia, a diferencia de los serbios (ortodoxos) y los bosnios (musulmanes).

Si han prestado atención, el seleccionador croata suele llevar una mano dentro del bolsillo para sujetar un rosario que le da convicción y fuerza en los momentos más complicados.

Hace casi 10 años, el turkmeno Kurban Berdiev ya se hizo famoso por sujetar un ‘tasbih’ (especie de rosario musulmán) cuando se impuso al Barça de Pep Guardiola en el Camp Nou por 1-2 con un sensacional tanto de Aleksandr Riazantsev

un milagro en solo dos días

A finales de septiembre de 2017, Dalic iniciaba un período de descanso después de tres temporadas en el Al-Ain mientras los ‘Vatreni’ estaban a un paso de quedar fuera del Mundial superados en el grupo.

De forma paralela, el 6 de octubre Croacia necesitaba la victoria ante Finlandia en Rijeka en la penúltima jornada del Grupo 1 aún con Ante Cacic en el banquillo.

Y parecía tener hechos los deberes con el tanto del inefable Mario Mandzukic en el 57’, pero el finlandés Pyry Soiri heló la sangre de todo un país al firmar el empate en el descuento (1-1).

Es decir, que a Croacia solo le valía la victoria tres días después en Kiev ante Ucrania para acceder al play-off final, así que el presidente federativo Davor Suker pasó a la acción y destituyó a Cacic.

En una situación similar a la que ha vivido España en este Mundial tras la destitución de Julen Lopetegui y el nombramiento de Fernando Hierro, Croacia pensó en Dalic y contactó con él. La situación era tan surrealista que el técnico pensó que le estaban gastando una broma y les urgió a que lo llamase Suker en persona.

Dicho y hecho. Croacia ganó en Ucrania por 0-2 con sendos tantos de Andrej Kramaric, Suker confirmó a Dalic en el cargo y los balcánicos destrozaron a Grecia en el ‘play-off’ en la ida en Zagreb (4-1 con goles de Modric, el expulsado Kalinic, Perisic y Kramaric) para empatar sin goles en El Pireo y meterse de lleno en un Mundial del que tuvo pie y medio fuera.

una concepción que recuerda a cruyff

Para conseguir este doble éxito que ha llevado a Croacia al Mundial. Dalic ha utilizado una filosofía muy 'cruyffista'. Temas tácticos aparte, uno de sus principales objetivos es descargar de presión a sus jugadores para que se diviertan al máximo sobre el césped y ofrezcan su mejor nivel.

Además, mantiene una gran relación con un vestuario que lo respeta y aprecia muy positivamente su decisiva labor primero para la referida clasificación y ahora para plantarse en la final del Mundial, dos 'milagros' con rosario de por medio.

Sin hacer ruido, Zlatko Dalic se ha convertido en un héroe para todos los croatas y este domingo podría asaltar el Olimpo para este pequeño país balcánico de apenas cuatro millones de habitantes.