Diame logra un bronce de ley y Mariano se queda sin fuerzas

La valenciana emuló a Peleteiro con el bronce mundial en salto de longitud con 6,78 metros

Dos toques dejaron sin opciones al murciano, quinto en 800 con Mechaal sexto en 1.500

Fátima Diame logró un bronce de enorme mérito

Fátima Diame logró un bronce de enorme mérito / EFE

David Rubio

David Rubio

¡Dos medallas en la última jornada! Las dos en saltos horizontales (Ana Peleteiro en triple y Fátima Diame longitud) más la decepción de Mariano García en un 800 en el que optaba a hacer más historia

Por la mañana Ana Peleteiro demostró su carácter competitivo, destrozando por casi medio metro su marca del año para irse a 14,78 y colgarse el bronce 14 meses y unos días después de dar a luz a su hija Lúa, a la que llevó en brazos en la celebración de la medalla.

La revelación del Mundial fue Fátima Diame. Nueve años han pasado desde su bronce en el Europeo junior de Eskilstuna’15, cuando saltó 6,55 y se postuló como sucesora de Concha Montaner y de Niurka Montalvo. A sus 27 años, ha encontrado la madurez con Pedroso.

Sexta en los Mundiales de Budapest a solo seis centímetros de las medallas, la valenciana se fue a 6,78 en el quinto salto que la aupó al bronce en longitud.

La decepción se la llevó Mariano García, defensor del título en 800 y uno de los tres campeones universales bajo techo españoles junto a Manolo Martínez (peso) y Colomán Trabado (800).

Mariano García dio la cara, pero no le salió la carrera

Mariano García dio la cara, pero no le salió la carrera / EFE

Mariano tenía enfrente tenía rivales de muchísima entidad. ¿Volvería a tomar el mando el murciano ‘en plan Rudisha o Athing Mu? Lo intentó, pero ahí cavó su tumba, porque dos toques cuando iba a cambiar lo dejaron sin opciones y acabó quinto con 1:48.77 en una final rapidísima que ganó el estadounidense Bryce Hoppel (1:44.92).

El otro reto español del día eran las finales de 1.500 metros, con Adel Mechaal, Mario García Romo y Esther Guerrero con 12 atletas en cada carrera en una cuerda de solo 200 metros (la enésima insensatez de World Athletics).

El salmantino no ha conseguido la finura idónea, sin duda pensando en el gran objetivo de los Juegos de París. Y el catalán de adopción se empeña en ‘doblar’ en vez de centrarse en una prueba, aunque después compite a la perfección.

Los dos se situaron a la cola de un grupo muy extenso en una final rápida y remontar tantas posiciones y tantos metros en las dos últimas vueltas es quimérico. Pese a ello, Mechaal escaló hasta la sexta plaza (3:37.76) y se quedó a un segundo del bronce. Ganó el neozelandés Beamish (3:36.54) y Mario García fue undécimo (3:40.48).

Mechaal fue sexto en la final de 1.500

Mechaal fue sexto en la final de 1.500 / EFE

Esther Guerrero fue valiente y progresó hasta la sexta plaza al paso por el 1.000, pero una de las estadounidenses la frenó por la cuerda y ahí se acabaron sus opciones. La de Banyoles acabó duodécima y última con 4:12.33 en una prueba en la que reinó gracias a su sensacional último 100 la etíope Freweyni Hailu (4:01.46). Y Xènia Benach superó las series matinales de 60 metros vallas y cayó en ‘semis’.

La estrella del día fue la bahameña Devyne Charlton en 60 vallas, con ese estilo de elevarse y recuperar el tartán como una felina. Llegaba a Glasgow tras batir el récord mundial (7,67) y le dio otro mordisco en la final (7,65). ¿Le servirá esa salida espectacular para plantar cara a Tobi Amusan, Keni Harrison y compañía en 100 vallas?

Con Femke Bol y Lieke Klaver, Países Bajos se impuso en el 4x400 femenino (3:25.07), mientras que Bélgica venció en el masculino (3:02.54). El heptatlón se lo llevó el suizo Simon Ehammer (6.418).

Duplantis fue casi humano

El mejor pertiguista de todos los tiempos vivió uno de los días más complicados de los últimos años en la final de salto con pértiga en Glasgow. Armand Duplantis no se encontró cómodo en el saltadero y cometió dos nulos sobre 5,85, altura que ya había franqueado el estadounidense Sam Kendricks. Lejos de amilanarse, el sueco nacido en Luisiana (EE.UU.) corrió más y se elevó por encima del listón.

Duplantis supo apretar los dientes para ganar una vez más

Duplantis supo apretar los dientes para ganar una vez más / EFE

También necesitó dos intentos sobre 5.95 que le aseguraron la primera plaza para irse a 6,05 con el título ya en el bolsillo en el mejor salto de lo que va de temporada. Por tanto, una nueva muestra de la calidad y de su capacidad para responder a las adversidades de un ‘Mondo’ que volvió a volar.

Esa situación límite que vivió Duplantis recordó a la de la venezolana Yulimar Rojas en el Mundial de Budapest, cuando era octava en la final de triple a falta de un solo salto y se fue a 15,08. Es lo que tienen los genios, que responden así a la presión.