Pedro Acosta revoluciona el Mundial con su título de Moto3

El 'tiburón de Mazarrón', que arrancó el Mundial de Moto3 con solo 16 años, se ha convertido hoy, en Portimao, en el español más joven de la historia en conquistar un título mundial

Acosta se subió al podio en su primera carrera (2º en Catar), ganó la segunda (1º en Doha) y ha ganado el título en el año de su debut en el Mundial, conquistando hasta cinco triunfos

Pedro Acosta, líder de Moto3

Pedro Acosta, líder de Moto3 / MotoGP

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Pedro Acosta (KTM, 25 de mayo del 2004, Mazarrón, Murcia) acaba de convertirse hoy, en el circuito de Portimao, ganando el Gran Premio del Algarve, en el español más joven en conquistar un título mundial, el de Moto3. Acosta, conocido como el 'tiburón de Mazarrón', ha aprovechado su segunda 'pelota de partido' para llevarse el título, superando al italiano Dennis Foggia (Honda), que estaba peleando con el murciano en la última vuelta del penúltimo gran premio de la temporada cuando su compañero de marca, el surafricano Darryn Binder, perdió el control de su Honda y se llevó por delante a Foggia, que estaba en disposición de arrebatarle la victoria a Acosta, que, tal y como hizo, en abril, en el GP de Portugal, se había puesto líder de la prueba para coronarse nuevo rey.

Acosta, que salió desde atrás como casi siempre, desde la quinta fila, llegó muy pronto al grupito de carrera, que estaba, cómo no, comandado por Foggia, que ha realizado un final de temporada impresionante. Una vez en el grupo hubo, como siempre en Moto3, una gran pelea con Foggia, Sergio García Dols y Jaume Masia. En la última vuelta, cuando Acosta ya había decidido ponerse líder y jugársela en la última vuelta, justo cuando Foggia estaba a su rebufo, Binder, siempre tan impetuoso, se llevó por delante al italiano e, incluso, a Masia y el 'tiburón de Mazarrón' cruzó la meta como ganador de su sexto gran premio de la temporada (Doha, Portugal, Jerez, Alemania, Estiria y Algarve) y como nuevo y flamante campeón del mundo. No es el más joven de la historia porque el italiano Loris Capirossi le supera por solo un día: 17 años y 166 días del murcia y 17 años y 165 días del italiano.

Así es Pedro Acosta

Acosta es, curiosamente o no tan curiosamente, el modelo que la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) acaba de abolir: que los jóvenes de 16/17 años puedan correr el Mundial de velocidad. A partir del 2023, habrá que tener 18 años, la mayoría de edad, para poder competir a lo grande, en circuitos grandes y entre los grandes. Acosta, como en su momento fue el enorme Marc Márquez, llegó al Mundial recién cumplidos los 16 años y ha tardado solo 17 carreras en proclamarse, ante la admiración del mundo, campeón a falta de un gran premio, el de la Comunidad Valenciana, en Cheste, la semana que viene.

Acosta, que reconoció no hace mucho en un amplio reportaje elaborado por DAZN, que “aquí nadie te enseña a perder”, fue considerado desde su llegada (2º en Catar, en el GP de su debut mundialista y victoria en la segunda cita de Doha) el nuevo ‘niño prodigio’ del motociclismo mundial, muy por encima de todos los alumnos de la Academia VR46 de Valentino Rossi. Tan atrevido como para declarar, el sábado de Jerez, cuando arrancaba en el puesto 13º de la parrilla: “¿Difícil adelantar?, salgo el 13 y hay 13 curvas, a un piloto por curva ¡ya está!” No fue así, no, no tardo 13 curvas en ponerse primero, pero sí solo 8 vueltas de las 22 de que constaba la carrera.

El 'tiburón de Mazarrón'

Acosta, conocido como el ‘tiburón de Mazarrón’, apodo que debe a su padre y a su abuelo, pescadores en ese puerto murciano (“había que ponerle un apodo que surgiese del mar, como nosotros, y tenía que ser algo potente, veloz, agresivo, tiburón está bien, con sus tomas de aire y ojos de velocidad”, cuenta el padre), ha sido, con mucha diferencia el más listo del campeonato, primero ganando, arrasando (victorias iniciales en Doha, Portugal y Jerez) y, luego, dosificándose, controlando, calculanco, ganando en Alemania y Estiria y vigilando a Sergio García Dols y, finalmente, al italiano Dennis Foggia.

"Las motos no le gustaban nada, pero, siguiendo a su padre, gran aficionado y, además, motero practicante, incluso en circuitos, acabaron encantándole”, explica su madre Mercedes Sánchez. “Yo, cuando esto ya iba en serio, lo dejé todo y le seguí a él, pues su padre se pasa el día en el mar”. “Yo solo puedo decir una cosa y dar un consejo a los padres suyos hijos quieren correr: que no piensen que nada más llegar a una de las muchas escuelas que hay en España, ya es campeón o ya está en el Mundial. Esto es muy duro y si no hubiese sido por la ayuda de mucha gente, mi Pedro no hubiese llegado”, cuenta papá Acosta.

“Al principio, el niño era muy malo, muy malo, pero veloz lo era mucho”, explica Paco Marmol, su entrenador, su segundo padre y la persona que, desde hace unos años, no se separa del nuevo y flamante campeón. “Yo estuve a punto de lanzar la toalla con él porque, pese a los consejos que le dabas, él hacía lo que le daba la gana y, claro, casi siempre acababa en el suelo, hasta que le dije ya vale o me haces caso o te saco de la escuela. Y todo empezó a salir redondo. Es como si fuese hijo mío”, añade Marmol, que elogia el despegue de Acosta en la Red Bull Rookies Cup.

El sueño de un pueblo

“Yo solo puedo decir”, explica Juande Marmol, hermano de Paco y preparador físico del campeón, “que es el colmo de la disciplina y entrega. Lo hace todo, todo, a la perfección. Es más, si después de 50 ejercicios, le dices ‘venga otros 50’, el tío no lo duda y se pone, hasta que le dices ‘¡que es broma, hombre!’ A nadie le ha extrañado que arrase en el Mundial, de verdad”.

Cuando papá y mamá Acosta Sánchez no podían invertir más en su niño “pues la cosa iba subiendo y nuestra economía ya no daba para más”, aparecieron ayudas de todo el pueblo y, muy especialmente, de la Cofradia de Pescadores de Mazarrón. “Aquí todo el mundo ha ayudado a Pedro en lo que fuese y como pudiésemos, porque para nosotros cuando Pedro corre, corre todo Mazarrón, todos los pescadores, toda la cofradía, detrás suyo. Todos vamos subimos en su moto y subimos al podio con él, así que, ahora, todos somos campeones”, señala orgullosa Isabel López Sánchez, secretaria de la cofradía. Ni que decir tiene que el primer patrocinador de Pedro Acosta fue ‘Peretujo’, que es como se llama el barco de papá y como se llamaba el barco del abuelo.

Acosta hace tiempo que tiene su club de fans en el restaurante Siena, de Mazarrón. Allí está su primera motito, su primer mono y su primer casco. “Aquí hemos hecho de todo, desde fiestas hasta sorteos para recaudar fondos y ayudarle a seguir creciendo”, cuenta José Martínez, el alma del club. “Aquí nos reunimos y, a veces, hasta metemos nuestras motos en marcha para celebrar, con humo, sus victorias”.

El gran jefe Aki Ajo

“Aquí todo el mundo ha puesto su granito de arena para que Pedro fuese hacia arriba, porque todos veíamos que el chavalito era atrevido y tenía mucho talento para correr”, cuenta Francisco Bernal, Director Deportivo del Circuito de Cartagena, la auténtica casa de Acosta. “Aquí, cuando llovía, se abría el circuito para que Pedro aprendiese a correr en agua; aquí, cuando se hacía de noche, metíamos nuestros coches y con la luz de los faros, él seguía dando vueltas. Aquí no le ha faltado de nada al chico, por eso, ahora, celebramos que nosotros también somos campeones”.

Acosta, que hace ya un montón de semanas tiene firmado un contrato, se supone que de larga duración con KTM para correr en Moto2 el año que viene (“aquí ya no hay nada más que aprender”, comentó en su momento con la charlatanería, simpática e inofensiva, que luce el murciano) y, sin duda, dar el salto a MotoGP cuanto antes, ha conquistado su primer título de la mano, y no es casualidad, por supuesto, del genio finlandés Aki Ajo, el mismo que lanzó al estrellato al catalán Marc Márquez, cuando conquistó, en el 2010, el cetro de 125cc. “Aki es mi ángel de la guarda, siempre está ahí, siempre que lo necesitas tiene el consejo perfecto para ti, fuera y dentro de la pista, este título es muy suyo, desde luego”, reconoce el ‘tiburón de Mazarrón’.

"Ha sido el finlandés Aki Ajo quien me dio la oportunidad de poder, no ya pelear por el título sin correr este Mundial, pues yo no tenía equipo pocas semanas antes de empezar este Mundial", contó Acosta antes de subirse al podio ante los micrófonos de Dorna TV, en el 'corralito' de Portimao. "Fue Ajo quien confió en mí y, por supuesto, mi familia y la gente de Mazarrón, los pescadores de nuestra cofradia que siempre me ayudaron con su dinerito, a seguir compitiendo. Y los amigos que me han enviado multitud de mensajes para que no bajase la guardia y pelease a tope en cada fin de semana. Este título es de todos ellos y me siento muy feliz por ellos".