El público vuelve a las gradas del Circuit

La menor incidencia del Covid permite el 'milagro' que no pudo ser hace un mes en el GP de Fórmula 1

Los pilotos catalanes celebran que el regreso de los aficionados a las gradas coincida con el gran premio de casa

Primera jornada con público en el Circuit

Primera jornada con público en el Circuit / VALENTÍ ENRICH

Laura López Albiac

Laura López Albiac

El Gran Premio de Catalunya de MotoGP ha comenzado este viernes con espectáculo sobre la pista y una gran noticia para todos, aficionados, organizadores y pilotos: el regreso del público a las gradas del Circuit de Barcelona. La relajación de las medidas anti-Covid y la menor incidencia de la pandemia han permitido un 'milagro' que no pudo ser durante la visita de la F1, un mes atrás, y la Generalitat ha permitido a los organizadores del gran premio, Dorna y el Circuit, abrir las puertas a un máximo de 24.000 espectadores por día.

Eso sí bajo ciertas condiciones. Las entradas son nominales y los aficionados solo podrán compartir asientos contiguos con personas de su unidad familiar. Han sido distribuidos en ocho zonas 'burbuja' para evitar al máximo concentraciones en los accesos y en interior del Circuit.

Aleix Espargaró saludando a los aficionados

Aleix Espargaró saludando a los aficionados / VALENTÍ ENRICH

“Es fantástico volvamos a tener público en los circuitos. Poco a poco vamos recuperando la normalidad y se agradece", valoraba este jueves Marc Márquez, que al igual que su hermano Àlex celebra que el regreso de los aficionados coincida con el gran premio de casa: "Aunque es verdad que estamos más tranquilos en el paddock y para trabajar, no cambio por nada al público. Al final corremos para nuestros fans", apunta el menor de los Márquez. También para los Espargaró, Pol y Aleix, que se criaron en Granollers, a pocos kilómetros del circuito, saber que este fin de semana tendrán aquí a su gente resulta "impagable".

Polyccio asegura que "aunque nosotros sigamos aislados, seguro que notaremos sus ánimos y la atmósfera del gran premio ya es diferente. Llegas y ves a los aficionados en los accesos y es genial". Su hermano Aleix es aún más tajante: “Odio correr en circuitos desérticos, sin público. Es verdad que 24.000 aficionados son pocos en un circuito tan grande como Montmeló, pero se notarán y mucho".