'Pecco' Bagnaia, el general del ejército rojo de Ducati

La firma de Borgo Panigale pondrá toda la carne en el asador para que el italiano atrape a Quartararo

Bagnaia contará con tres equipo satélite en las siete últimas carreras de la temporada

'Pecco' Bagnaia celebrando en el TT de Assen

'Pecco' Bagnaia celebrando en el TT de Assen / MotoGP

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Francesco ‘Pecco’ Bagnaia, de 25 años, es el líder, el jefe, el emperador del mayor ejército de dos ruedas jamás construido en el Mundial de MotoGP. Nunca antes una marca, Ducati, perteneciente a Audi, había acumulado, no sólo tanto poder sino tan buenos equipos y pilotos a su servicio.

Bagnaia es el hombre escogido por la firma de Borgo Panigale para volver a conquistar 15 años después el cetro que no conquistan desde que, en el 2007, el australiano Casey Stoner les convirtiese en campeones del mundo.

Bagnaia tiene a todo Borgo Panigale a sus pies y, además, no solo cuenta con la ayuda de su compañero de equipo, Jack Miller, que, el año que viene, vuelve a KTM, sino que en los próximos siete últimos grandes premios tendrá a su disposición a los otros tres equipos ‘satélites’ de la firma roja, en los que militan grandes vencedores como Jorge Martin y Johann Zarco (Pramac), Enea Bastianini y Fabio di Giannantonio (Gresini) y Marco Bezzecchi y Luca Marini (Mooney).

Todos ellos deberán ayudar a Bagnaia a reducir la distancia que le separa del campeón y líder de MotoGP, el francés Fabio Quartararo (Yamaha), al que tienen aún a 44 puntos (casi dos victorias, 50), además de sortear el obstáculo de Aleix Espargaró (Aprilia), que sigue segundo, a 32 puntos del ‘Diablo’.

“Siempre pensé que era posible ser campeón, aunque jamás lo he verbalizado porque creo que aún queda mucho trabajo por hacer pese a que estamos enderezando el rumbo, pues estas tres últimas victorias, seguidas, han significado un gran paso adelante”, señala Bagnaia tras su última victoria en Spielberg. “Es evidente que después de cada caída o error, pensaba que iba a ser imposible pelear por el título pero, insisto, no lo dije, pues siempre fui optimista”.

Bagnaia reconoce, sin duda, que sus inicios en esta campaña fueron muy desafortunados. “Cometí errores que no puede cometer alguien que tiene los medios para poder pelear por el título de MotoGP. Empujé en momentos que no debía empujar. O no debía empujar tanto. Creo que, con paciencia y la ayuda de todos, he aprendido y, ahora, por ejemplo, aquí mismo, en Spielberg, he demostrado ya correr con mucha más sensatez pues hoy (por ayer) si forzaba más, me caía seguro. Y no he forzado y, por tanto, no he caído. Algo he aprendido, espero que eso sirva para llegar a tiempo de pelearles el título a Fabio y Aleix, que también están en un gran momento”.

El líder de Ducati, que arrancó segundo pero ya se puso primero al trazar la primera curva de Spielberg, comentó que la estrategia era tirar fuerte en las primeras vueltas y adquirir cierta ventaja “pues sabíamos que los neumáticos que habíamos escogido nos iban a provocar mucho movimiento en las cinco o seis últimas vueltas cuando, tal vez, como ocurrió llegaría Fabio, pero tenía suficiente colchón como para administrar la ventaja”.

“Lo hermoso que es, la semana que viene, corremos en casa, en Italia, en Misano, tras tres victorias seguidas y en un momento dulce de todas las Ducati”, siguió explicando Bagnaia. “Eso no significa que vaya a ser fácil, ¡ni mucho menos!, pues lo que está claro en cada fin de semana es que estamos un montón de pilotos listos para poder ganar el domingo”, indicó el líder de una marca que, de momento, ha recuperado el liderato en el Mundial de escuderías (ya está 26 puntos por encima de Aprilia) y se aleja en el de constructores, donde supera ya por 96 puntos a Yamaha.