El Mundial de MotoGP aumenta su interés

Los pinchazos de Quartararo y la supervivencia de Aleix Espargaró dan vida al campeonato

El piloto italiano de Ducati logró su segundo triunfo consecutivo en el Mundial de Moto GP

Pecco Bagnaia, durante el GP de Silverstone

Pecco Bagnaia, durante el GP de Silverstone / EFE

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

"La próxima vez, por ejemplo, esta misma noche si todo esto acaba en una gran fiesta, seguro que cojo un taxi. Lo tengo clarísimo. No me volverá a pasar, no”. ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati) celebraba este domingo, en Silverstone, con dos botellas de agua, su segundo triunfo consecutivo en el Mundial de MotoGP y su nominación, de nuevo, como aspirante al título que ostenta Fabio Quartararo (Yamaha), que este domingo acabó en una más que discreta octava posición.

Bagnaia lo celebraba recordando que, días después de vencer en la ‘catedral’ de Assen y, ya de vacaciones en Ibiza, saliendo de la discoteca DC-10, chocó con su coche y la policía lo pilló con varias copas de más (el triple de lo autorizado si conduces). También al bajarse del podio este domingo, tras ducharse con el cava de rigor, ‘Pecco’ insistió en que él es “prácticamente abstemio”.

Y siguió agotando el agua, ante la sonrisa, cómplice, de un portentoso Maverick Viñales (Aprilia), que estuvo a punto de amargarle la fiesta al jefe de la poderosa firma Ducati, “pero, cuando lo he pasado, a lo bestia, a la desesperada, en la última vuelta, ya no tenía neumáticos, ni goma en la parte derecha de mis ruedas. Ha sido bonito, lo hemos intentado, pero ha sido imposible, sí”.

La carrera de Viñales le convierte, sin duda, en uno de los árbitros de este Mundial, que ha aumentado su interés ante los pinchazos de Quartararo y la supervivencia de Aleix Espargaró (9º), que ha corrido tras un accidente, un vuelo y aterrizaje escalofriante. El golpe en la mesa de Bagnaia, los sitúa a los tres en un puño: Aleix, a 22 puntos y ‘Pecco’, a 49, con Quartararo, notando la presión y fallando en las dos últimas citas: abandono en Assen, octavo en Inglaterra.

La carrera en la tierra de las carreras, Silverstone, fue vibrante, brutal, espectacular. Mando Johann Zarco (Ducati), hasta que rodó por los suelos, él solito; tomó el relevo un motivadísimo Àlex Rins (Suzuki), hasta que llegó Bagnaia con todo el poderío Ducati, que lleva 18 grandes premios consecutivos colocando una de sus motos en el podio.

Y, al final, mientras el resto (los 10 primeros cruzaron la meta, por vez primera, metidos en 6 segundos) se peleaba por el podio, Viñales protagonizó las cinco últimas vueltas más rápidas de esta temporada y amenazó la victoria de Bagnaia, “pero ya era el último suspiro, mío, de mi Aprilia y, por desgracia, de mis neumáticos”.

Algo está cambiando en el Mundial de los reyes y algo muy serio. Solo el ‘Diablo’, campeón y líder del campeonato, es capaz, con su Yamaha, resistir el dominio de las firmas europeas, Aprilia y Ducati, que se pelean por un título que (casi) siempre fue japonés.

Hundida Honda, en espera de la enésima resurrección de Marc Márquez y sin pilotos ‘satélites’ Yamaha, las fábricas de Noale y Borgo Panigale dominan a placer. Es más, la pequeña Aprilia, propiedad de la poderosa Piaggio, ya lidera el Mundial de escuderías, con cuatro puntos más que Ducati, propiedad de Audi. Aleix y Maverick están consiguiendo la gesta y la admiración del mundo entero.

Es, eso sí, un Mundial de gente honrada. “He vuelto a fallar. Llevo dos fallos seguidos. La elección del neumático trasero de hoy (por ayer) ha sido un desastre. Debí poner el duro y monté el medio. El calor me ha matado, pues la moto era, ya a media carrera, muy difícil de pilotar”, reconoció el ‘Diablo’.

“No ha sido mi día, no”, señaló Aleix. “Podría decir que me dolieron los pies, los tobillos, pero sería mentira. No he sabido darle vida a mi moto, no he sabido divertirme, he desaprovechado una gran ocasión porque no entiendo la carrera y el fallo de Fabio. En ese sentido, me he salvado. Esto es muy largo. Ha llegado ‘Pecco’ (Bagnaia) y la pelea será aún más feroz, pero ahí sigo, junto a Maverick (Viñales) y con toda Aprilia detrás nuestro”.