Augusto Fernández, la nueva 'perla' de la cantera mallorquina

Fernández y Binder en una imagen de archivo

Fernández y Binder en una imagen de archivo. / motogp

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Luce el dorsal 40 en la parrilla de Moto2 y hasta este domingo no sabía lo que era una victoria en el Mundial. Y eso que a sus 21 años, Augusto Fernández lleva media vida en las carreras.

Nacido en Madrid y criado en Pina (Mallorca), inició su carrera deportiva en 2006 y con 8 años entró a formar parte de la Escuela Lorenzo Competición, la famosa cantera de campeones que dirige Chicho, el padre de Jorge Lorenzo. Bajo su supervisión y gracias al sacrificio económico de sus padres para que él y su hermano Alejandro pudiesen explotar su talento, el piloto balear progresó hasta hacerse un hueco en el FIM CEV y SBK, pero de ahí al Mundial el camino ha sido mucho más complicado.

Su primer campeonato fue la Cuna de Campeones Bancaja, que concluyó ganando la última carrera. En 2009 se proclamó campeón de minimotos y subcampeón de Minimotard del campeonato Balear. Salvo en la última prueba, subió al podio durante todo el campeonato, finalizando con más de 100 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.

En 2011, gracias a David Salom, subcampeón del mundo de Supersport y campeón de SBK EVO en 2015, Augusto logró un ‘wild card’ en Magny- Cours para competir con una Kawasaki 250cc en la European Junior Cup. Era la primera vez que se subía a una moto grande. Acabó 7º y logró la vuelta rápida en carrera. En 2014 se proclamó campeón de Europa de la categoría, que compartía calendario con el Mundial de Superbikes. Dos años después fue campeón de España de stock600 y mejor ‘rookie’ en el Europeo de Moto2 del FIM CEV Repsol.

En 2017  recibió la llamada que tanto esperaba: Speed Up le permitió debutar en el Mundial de Moto2 a partir del GP de Italia. Pero a pesar de su buen rendimiento, no encontró moto para la temporada siguiente y tuvo que volver al FIM CEV. Sito Pons le ‘repescó’ en el GP de Catalunya 2018 para reemplazar a Héctor Barberá y desde entonces ha peleado lo indecible para asentarse en la parrilla.

Este año, con la Kalex del Flexbox HP40 de Sito Pons y al lado de Lorenzo Baldassarri, Augusto Fernández ha conseguido el equilibrio y las condiciones perfectas para situarse en la terna de favoritos en cada carrera. De momento y a pesar de que una lesión le privó de puntuar en Argentina y Austin, suma dos quintas posiciones (Catar e Italia), un cuarto puesto (Catalunya) y tres podios (3º en Jerez y Le Mans), incluyendo la victoria lograda el domingo en la ‘Catedral’ de Assen. Un gran escenario para estrenarse. Es el piloto español nº 46 en ganar un gran premio del Mundial. 

“He llorado, he gritado, he dado las gracias a todos los que me han ayudado… la sensación de victoria es increíble. Y luego visto la clasificación general y me he quedado flipado”, reconocía el balear, 3º a 25 puntos del líder, que ya se atreve a soñar con el título. "¿El futuro? Yo me veo en MotoGP. Es lo que queremos todos los que nos metemos en este lío desde niños", afirma.