Arenas, a por el nº 1

Arenas en una imagen de archivo

Arenas en una imagen de archivo. / EFE

Emilio Pérez de Rozas

Dicen que, al término del Gran Premio de Valencia, celebrado en Cheste, el pasado domingo, y, sí, sí, después de la tremenda fiesta en el boxe de Suzuki, ya saben, un niño de 23 años, el mallorquín Joan Mir, se acababa de proclamar campeón de MotoGP, en sustitución del impresionante Marc Márquez (Honda), Albert Arenas (KTM), líder del Mundial de Moto3, comentó con su amigo Alex Rins (Suzuki), que el domingo ayudará a la firma azul a ganar el Mundial de constructores y tratará de conquistar el subcampeonato de pilotos, cómo iba a ir al circuito de Portimao (Portugal).

Charlaron de ir en avión o coger el coche. Y, claro, Arenas (23 años), líder del campeonato pequeño con tan solo 8 puntos más que el japonés Ai Ogura (Honda, 19 años) y 11 más que el italiano Tony Arbolino (Honda, 20 años), cuando solo quedan 25 en juego, le dijo a su amigo que él no pensaba subirse a un avión y que cogería el coche.

Es evidente, cristalino, transparente que Arenas, obsesionado como está (como están, recuerden que Mir se pasó las últimas semanas “acojonado” ante el temor de que su PCR fuese positivo antes de cada GP) por no contagiarse del Covid-19, recordó Arbolino está a punto de perder el título tras causar baja, en San Marino, “por haber ido en un avión donde había un contagiado de Covid-19”. Y, sí, Arenas viajó en coche y ayer, en Portimao, se fue a correr a un karting con Rins.

Hoy, miércoles, es el ‘dia del susto’, del suspense. Hoy empezará a saberse si los más de 1.500 habitantes del ‘paddock’ del Mundial de motociclismo pueden afrontar y terminar, felizmente, el milagro de este campeonato que, pese a la pandemia, terminará su andadura con enorme éxito y entregando, sí, los tres títulos. Habrá, pues, ‘foto finish’, lo que, dada la situación, es un éxito tremendo para todos: organizadores, promotores, circuitos, equipos, marcas, pilotos, seguridad, doctores, comisarios….

Y, sí, los dos último títulos se jugarán en Portimao, un circuito nuevo para todos. “Bueno, nuevo para todos, no, pues tuve la suerte de correr aquí, el pasado mes de junio”, dice Arenas ilusionado por la carrera del domingo. “Fue una toma de contacto que, espero, me ayude a poner la moto a punto. Eso de llegar a un circuito todos de golpe y ser nuevo para todos igual me beneficia, pues tanto Ai (Ogura) como Tony (Arbolino) son más jovencitos y, tal vez, mi experiencia me eche ahí una mano”.

Es evidente que tanto Arenas como su jefe de equipo, el campeonísimo Jorge Martínez ‘Aspar’, que ha tutelado a más de un piloto campeón, están convencidos de que al español no se le puede escapar el cetro. “Albert, cierto, ha sumado cuatro ceros, pero está haciendo un Mundial con mucha cabeza, ha ganado más carreras que nadie (3) y se merece el título”, señala Maverick Viñales (Yamaha, MotoGP), que está convencido de que “en el último GP, Alberto le pondrá la guinda a este pastel”.

Una cosa está clara. Arenas será campeón si acaba primero o segundo y si queda por delante de Ogura, que no ha ganado una sola carrera y ¡no ha liderado ni una sola vuelta del Mundial!, y Arbolino. El japonés y el italiano tendrán que salir desesperados al ataque y eso juega a favor del español.