Álex Rins busca la reacción con Yamaha en su pista talismán de Austin

"Trato de hacer mi camino, pilotar como sé. Tener un motor V4 o 4 en línea da igual, para mí es más una cuestión de aerodinámica", dice, desmarcándose de la opinión de Quartararo

El barcelonés confía en mejorar sus prestaciones en el Circuito de las Américas, donde logró su primer triunfo en MotoGP en 2019 y ganó el año pasado con una Honda satélite

Álex Rins, en el box del Monster Energy Yamaha en Portimao

Álex Rins, en el box del Monster Energy Yamaha en Portimao / EFE

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Cuando firmó para ser piloto oficial de Yamaha en 2024, saliendo de la peor lesión de su carrera deportiva y tras un año nefasto con la Honda de LCR, Álex Rins sabía que iba a ser un reto complicado. En su debut con la M1 en Qatar sufrió más incluso de lo esperado y tampoco pudo hacer mucho más en Portimao (13º). Pero llega Austin, su circuito talismán, donde consiguió su primer triunfo en MotoGP en 2019 y donde repitió el pasado año, dándole a Honda su única victoria y rompió la sequía de la marca japonesa tras 24 grandes premios.

Por ello y aunque todavía está lejos de su mejor versión con Yamaha, Rins confía en que su regreso al Circuito de las Américas, este fin de semana, le permita ser competitivo. “La perspectiva de estar en un equipo oficial, sobre todo tras pasar por uno privado, fue el principal motivo por el que elegimos dar el salto a Yamaha. De esta marca espero tener todas las herramientas a nuestra disposición para desarrollar una moto y devolverla a llevar al frente de la parrilla", afirma el piloto barcelonés.

"Creo que si trabajamos conjuntamente con Fabio (Quartararo) podemos lograr este objetivo”, comenta Rins, a las puertas de su participación este fin de semana en la cita de Austin, tercera del calendario 2024 y también para él con la Yamaha: "He notado cambios importantes respecto al satélite, por el número de personas que te escuchan en el box cada vez que vuelves de hacer una tanda en pista, algo que eché de menos el año pasado”, dice.

Sobre su larga recuperación tras la grave lesión sufrida hace un año en Mugello, Rins explica que "ha sido un proceso largo y con muchas fases. La función de la Radiofrecuencia INDIBA fue clave para acelerar los tiempos y poder volver a subir a la moto antes de lo que cabría esperar. También complementamos el tratamiento con neuroestimulación, cámara hiperbárica y mucho tratamiento manual, además de todo un plan de entrenamiento y nutrición adaptado al desarrollo y la recuperación de la lesión”, confirma.

Discrepa con Quartararo

En cuanto al aspecto técnico de su aún breve experiencia en Yamaha, Rins discrepa con su compañero Fabio Quartararo en la necesidad de seguir con el motor L4 (cuatro cilindros en línea). La firma de Iwata se ha quedado sola en su apuesta por este propulsor tras el adiós de Suzuki a finales de 2022 y ahora son los únicos que se resisten al V4 que montan las Ducati, Aprilia, KTM y Honda.

Alex, además, es partidario de reducir al mínimo la electrónica de las motos: "Trato de hacer mi propio camino, pilotar como sé y como me siento cómodo. Cuando pilotaba la Suzuki, estaba acostumbrado a trabajar solo con el acelerador, con un control de tracción y electrónica muy bajos. Y aquí, en Yamaha, parece que la línea de entrega de potencia es diferente. Ahora mismo, tener un motor V4 o 4 en línea da igual. Para mí, se trata más de la aerodinámica. Una buena aerodinámica hace que la moto gire más", dice, desmarcándose de las preferencias de su vecino de box, que acaba de renovar por dos años con Yamaha.