El análisis: Verstappen saca los colores a Ferrari

Max Verstappen y Red Bull le han asestado otro golpe al Mundial en Hungría, sumando la tercera victoria consecutiva en otra jornada para olvidar de la Scuderia Ferrari, que ha vuelto a fallar estrepitosamente. Los errores entre los de Maranello se suceden y no solo dan alas al holandés sino que permiten a Mercedes revitalizarse justo antes del paréntesis estival. La Fórmula Uno reanudará su actividad el próximo 28 de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps.

VERSTAPPEN Y RED BULL SE LUCEN

Max Verstappen remontó nueve posiciones para imponerse en el GP de Hungría, su octava victoria de la temporada y con diez carreras por delante ya lleva tres de ventaja. El holandés, pese a hacer un trompo de 360º, se impuso con una exhibición de pilotaje y, sobre todo, guiado a la perfección desde el muro de Red Bull, cuyos ingenieros acertaron en todo momento lo que había que hacer. La clavaron en la gestión del tráfico, la monta de los neumáticos y en el tempo de las paradas para permitir que el piloto pudiera mostrar su mejor versión. Max es todo un espectáculo en la pista. Tiene una facilidad enorme para adelantar, siendo agresivo, conduciendo con carácter y muy ambicioso en sus propósitos. En Budapest ha dado otro golpe sobre la mesa, superando un sábado malo que le acerca al objetivo de revalidar un título que cada vez parece más encarrilado.

FERRARI REPITE LOS ERRORES DEL PASADO

Ferrari tiene, hoy por hoy, a grandes rasgos, el mejor coche de la parrilla o, cuanto menos, no hay otro que sea superior. Los resultados, sin embargo, demostrarían todo lo contrario. La Scuderia se ha derrotado siempre a sí misma desde los cinco títulos que encadenó Michael Schumacher entre el 2000 y el 2004 y parece que la historia se repite en este 2022. Los de Maranello ofrecen cada fin de semana un repertorio de errores (fiabilidad, paradas en boxes y malas estrategias) que provocan que no estén a la altura de un equipo campeón. Los 80 puntos que distancian ahora a Leclerc de Verstappen ya son excesivos y el holandés aprovecha como nadie los fallos de sus rivales. Lo que tenía que ser un doblete se convirtió en Budapest en otra jornada dura, arruinando la carrera de Carlos Sainz en dos malos pitstops y la de Leclerc al montarle un neumático (duro) que no funcionaba. Con tanto error no se va a ningún lado. ¡Vaya desastre!

VETTEL, EL ADIÓS DE UN GRAN CAMPEÓN

No diré que el adiós de Sebastian Vettel era un secreto a voces, pero sí que en el paddock la posibilidad de ello iba de boca en boca hasta que el tetracampeón lo confirmó en vísperas de la carrera de Budapest. El alemán se va con cuatro títulos mundiales, 53 victorias y 122 podios, contando además con el honor de haber logrado trece victorias en 2013 –récord de triunfos en un mismo año- y nueve victorias consecutivas entre el GP de Bélgica y el de Brasil de 2013. Con Vettel, que deja la Fórmula 1 pero deja una puerta abierta a correr en otra disciplina en el futuro, se va un auténtico señor de las carreras. Seb ha dejado huella por su carácter, personalidad y por su calidad humana, trabajando intensamente en la última década para mejorar la seguridad activa y pasiva. Los dos últimos años en Aston Martin han pesado en exceso en sus ganas por seguir compitiendo y la decisión ha terminado siendo la más lógica.